Por mucho que Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, busque una y otra vez la serenidad y la moderación —palabras que suele repetir en prácticamente todos y cada uno de sus discursos públicos—, su realidad choca frontalmente con la agenda y el argumentario preelectoral de su partido, el PP. Y en ese argumentario no está precisamente sintonizar con el Gobierno de Pedro Sánchez a poco más de un año de las elecciones generales de finales de 2023.
Este pasado lunes, en un encuentro en Barcelona organizado por La Vanguardia, el presidente autonómico y líder del PP andaluz —barón decisivo en las aspiraciones nacionales de Alberto Núñez Feijóo— ha avanzado que recurrirán ante el Tribunal Constitucional (TC) el impuesto de solidaridad a las grandes fortunas que el Gobierno planea introducir sobre los patrimonios de más de tres millones de euros.
Una medida que gravará temporalmente a unos 23.000 contribuyentes, esto es, el 0,1% del total, y con la que el Gobierno prevé recaudar entre 2023 y 2024 unos 1.500 millones de euros. Una decisión que desde la Junta del PP se interpreta como una forma de neutralizar su rebaja fiscal a las grandes fortunas en Andalucía, una medida que, a su vez, afecta a unos 20.000 andaluces, el 0,2% de población en la comunidad más poblada de España.
El anuncio de dicho impuesto se anunció unos días después de que Moreno anunciara que bonificaría de nuevo fiscalmente a las grandes fortunas andaluzas. O como él mismo ha dicho, es una "decisión unilateral desproporcionada ante la autonomía de Andalucía", después de la decisión de la Junta de eliminar el impuesto de Patrimonio y el de Sucesiones en la comunidad.
El jefe del Ejecutivo andaluz insiste en competir con Madrid por las "rentas altas" y ha instado al resto de comunidades a que apuesten por una "fiscalidad más amable". En este punto, ha sostenido que, en paralelo al cambio político con la llegada del PP a la Junta, Andalucía está experimentado un cambio de "mentalidad" que desde el Gobierno han promovido con menos impuestos, menos trabas y menos burocracia, ha defendido.
El ejemplo británico no frena al PP
Pese a que el ejemplo británico de bajar los impuestos a los que más tienen, con la tormenta que ha acabado con la primera ministra Liz Truss, no es un gran indicador de que esta medida sea positiva en la actual coyuntura, el PP sigue en sus trece y, por ende, Moreno. El presidente andaluz ha sostenido que el de Patrimonio es un impuesto "ideológico que no existe en ningún país de la Unión Europea", y ha lamentado que planteara intervenir la autonomía fiscal de Andalucía, a su juicio, solo cuando desde la Junta aprobó bajar impuestos.
Con la "revolución fiscal" de la Junta, ha sostenido que han recaudado 1.100 millones más y que han ganado contribuyentes, ya que residentes que antes tributaban en otras comunidades —entre ellas, Madrid— han vuelto a Andalucía, la tercera con menor presión fiscal de España.
Además, y preguntado por el hecho de que Andalucía baje impuestos pero continúe siendo una comunidad receptora, ha defendido que "nunca en la historia de la autonomía se ha invertido tanto en sanidad o en educación como en los últimos cuatro años", con más de 13.000 millones de euros en sanidad y 8.000 previstos para educación. Tampoco nunca antes llegaron más fondos europeos y tampoco, por suerte, se había producido una pandemia de las dimensiones de la covid desde hacía un siglo.
En todo caso, Moreno ha anunciado que las actuaciones de carácter económico en los Presupuestos andaluces ascenderán a más de 6.000 millones de euros, lo que supone casi un 35% más que en las cuentas de 2022. Estas partidas se destinarán a potenciar sectores económicos como la agricultura, industria, innovación y el turismo, sin contar las políticas de empleos ni los autónomos, que se enmarcan en el gasto social de los Presupuestos.
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