El bloque de investidura avala la iniciativa legislativa del Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos para la reforma exprés del delito de sedición, que será sustituido por un nuevo delito de desórdenes públicos agravados, que rebajará las condenas de 15 a cinco años. En este sentido, el delito que sustituirá a la sedición se penará como provocar un incendio forestal o dañar vías férreas.
Las reacciones a la medida, que anunció el presidente Pedro Sánchez el pasado jueves por la noche, han ido por barrios, desde ser calificada de positiva y "paso adelante" por ERC, a la catástrofe que dibujan PP, Vox y lo que queda de Cs. La realidad es que la desaparición de la sedición del Código Penal supone 185 apoyos parlamentarios frente a los 154 rechazos de la derecha en el Congreso, según sintetiza El País.
Aun así, que la iniciativa prospere no significa que no deje secuelas y desgarros. Si a primera hora de la tarde de este pasado viernes el líder del PP Alberto Núñez Feijóo llamaba a la "rebelión contra Sánchez" a los socialistas molestos con esta determinación, que ha sido considerada como una "traición" y un desarme ante las ansias de los separatistas catalanes más radicales, voces tan destacadas en el seno del PSOE, como la de la ex líder andaluza Susana Díaz, se han sumado a poner en cuestión la iniciativa del Gobierno progresista. "No se entiende igual en el sur que en Cataluña", "el momento me genera dudas", ha dicho. Los presidentes autonómicos socialistas de Aragón y Castilla-La Mancha, Javier Lambán y Emiliano García-Page, son los únicos 'barones' del PSOE que han rechazado de pleno la propuesta del jefe del Ejecutivo.
"El único partido que se ha roto en canal por España fue el PSOE"
Más centrada en el "coste electoral" que puede acarrear que en lo que penalmente, y a efectos políticos a largo plazo puede suponer, la senadora socialista y ex presidenta de la Junta de Andalucía ha esgrimido, en una tertulia en Cuatro, que "en el ámbito jurídico me parece razonable, el contenido es razonable" para considerar que "el error es que no haya más consenso", de manera que ha defendido que "una modificación razonable del Código Penal me gustaría poder hacerla con la derecha", aunque seguidamente ha expresado su incredulidad al respecto por cuanto "no son capaces (PSOE y PP) de ponerse de acuerdo con el Consejo General del Poder Judicial".
Díaz ha reiterado su consideración de que para "tocar el Código Penal como la Constitución, con consenso" para lamentarse de que "la moderación no mola en este país" frente a la tentación de "enfrentar" que predomina en la política española y lamentar también "el no a todo de la derecha". "Ni me gusta la ultraderecha ni me gusta Bildu", ha expresado en otro momento de la tertulia la senadora del PSOE por designación autonómica, quien ha afirmado que "no me preocupa la modificación de un delito" antes de reiterar que "Alemania tiene dos delitos, un tipo agravado y un tipo atenuado" y pedir que "pudiéramos entendernos en algo" después de poner de manifiesto que "he pagado muy caro pedir grandes acuerdos en España" y recordar que "el único partido que se ha roto en canal por España fue el PSOE".
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), ha rechazado este pasado viernes el "disparate colosal" que, en su opinión, supone la iniciativa de los grupos que sustentan el Gobierno de España para eliminar el delito de sedición en el Código Penal, el "gran peaje que paga" el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, "al independentismo más radical para aguantar un año más en el Gobierno". Hasta con un tuit en catalán, y siguiendo la estela del argumentario difundido por su partido a nivel nacional, el jefe del Ejecutivo andaluz ha dicho que "es un disparate colosal que aquellos que se han reído, como (el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles) Puigdemont, de la justicia, puedan volver a España con una sonrisa de oreja a oreja después de haber chantajeado y humillado al Estado de derecho".
El CGPJ, sin opinión
La decisión de PSOE y Unidas Podemos de presentar su propuesta para derogar el delito de sedición, creando un tipo nuevo con penas menores, como una proposición de ley ha generado malestar entre vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por cuanto implica que no será necesario la opinión del propio CGPJ antes de que quede aprobada en sede parlamentaria.