El enfrentamiento entre Juanma Moreno como presidente de la Junta y Manuel Gavira como portavoz de Vox en el debate sobre la política general de Andalucía celebrado en el Parlamento era uno de los platos fuertes del día. El contexto del país, donde las negociaciones entre ambas formaciones están fructiferando poco a poco para formar gobiernos de coalición contrasta con la cómoda mayoría absoluta que el PP tiene en Andalucía.
A esto se sumó un poco más tarde Juan Espadas cuando le tocó subir a la tribuna. "¿Condena usted los acuerdos de su partido con Vox en materia de violencia de género o aquellos que fomentan la LGTBIfobia?", apuntaba el líder socialista durante su turno de palabra. Moreno, en cualquier caso, ha estado su media hora dando vueltas a la cuestión, aunque sin contestarla. Para responder ha optado por sus políticas y su defensa en la lucha contra la violencia de género.
En esta línea, uno de los temas que ha reprochado el líder socialista ha sido que la Junta mantenga el teléfono de violencia intrafamiliar, una exigencia de Vox en la anterior legislatura, a pesar de que no necesita los votos de la extrema derecha. El teléfono recibe 1,6 llamadas al día. Además, Espadas ha reprochado al PP una de sus enmiendas a la proposición no de ley que ha presentado el PSOE para este pleno. En dicha enmienda, el PP habla de violencia intrafamiliar, un término utilizado por la extrema derecha para no mencionar la violencia de género.
"Sólo necesitan a Vox para decirle a la sociedad que son mejores que ellos", decía Inmaculada Nieto, de Por Andalucía, en la intervención anterior a la de Gavira. Era una forma de señalar que las políticas populares son muy similares a Vox. De momento, allá donde el PP ha necesitado a la extrema derecha ha llegado a acuerdos con ella. La única excepción es Extremadura y el giro en los últimos días de María Guardiola hace pensar que también habrá un pacto antes o después.
Todo ello mientras España se prepara para una nueva campaña electoral entre bloques. Pedro Sánchez ya reconoce que necesitará a Sumar. Alberto Núñez Feijóo, sin embargo, muestra en sus discursos la voluntad de gobernar en solitario. Juanma Moreno, hace un año, dio un giro de guión y consiguió ser el voto útil contra la extrema derecha.
Aun así, el presidente de la Junta no ha sido especialmente beligerante con el portavoz de Vox. De hecho, le ha solicitado amablemente que vuelva a una oposición constructiva para lograr acuerdos en las políticas de Andalucía. La respuesta que ha encontrado de Gavira es que él (Moreno) es el líder del PSOE aunque no tenga carnet. La intervención del líder de Vox se ha basado en insistir en que la gestión del Partido Popular es similar a la del PSOE.
La formación de extrema derecha, no obstante, es consciente de que para tocar poder no le queda otra que abrazar al PP. Esto no quita un ápice de dureza a las acusaciones, pero con una mano tendida. Gavira ha señalado que van a entrar en los gobiernos siempre que puedan y que, en caso de que los populares quieran, no van a tener una absoluta de 58 diputados sino de 72, haciendo mención a los catorce que puede aportar Vox.
Gavira también ha lanzado una advertencia de cara al 23J y los resultados que salgan de las urnas mientras acusaba a Juanma Moreno de ser continuista con las políticas socialista y intentar hacer creer que el PSOE es necesario cuando no lo es. "La alternativa está cogiendo forma", remarcaba el de Vox.
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