El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, no es muy dado a piropear a su homólogo nacional, Pedro Sánchez. Pero este martes, desde Carmona, lugar en el que se ha celebrado el Consejo de Gobierno, ha sido más duro de lo habitual. Se puede decir que su diagnóstico y sus soluciones al momento actual que atraviesa el país no han coincidido en nada a las del presidente del Gobierno. Salvo en una cosa, si el acuerdo con Marruecos incluye menciones a Ceuta, Melilla y Canarias, quizás no esté tan mal…
Ondeando la bandera de ser el político que más ha invertido en Sevilla desde Felipe González – esto lo ha repetido en un par de ocasiones –, Moreno Bonilla no ha parado ni un momento de impugnar al Gobierno central todas las políticas que está llevando a cabo. Aunque el protagonismo ha sido para las movilizaciones de estos días y la respuesta de Sánchez a ellas, "no podemos esperar más". Quizás usar la tercera persona sea más acertado en estos casos.
"Hemos pedido al Gobierno de España, con lealtad y firmeza, que tome decisiones", ha insistido el presidente de la Junta. Las decisiones que se piden desde Andalucía y desde el PP en general son las de siembre, una bajada de impuestos. Más allá de eso no hay propuestas que puedan repercutir en los ciudadanos sin afectar las capacidades del Estado. Pese a ello, la Junta repite que está dispuesta a hacer el sacrificio de no ingresar la cantidad que le corresponde de los impuestos a los hidrocarburos. "El principio a la solución de los problemas de los españoles es bajar impuestos". Magia.
Con un gran dramatismo, Moreno Bonilla señalaba que "Sánchez volvió a fallarle a este país" durante la negociación de la noche del lunes. La bonificación de 500 millones no fue suficiente para las patronales de transporte, que se sumaron al paro ya iniciado. "No se puede levantar de la mesa sin un acuerdo", ha reprochado el presidente de la Junta que, además, ha pedido a Sánchez que vuelva a convocar a todas las partes implicadas.
Por si el presidente del Gobierno de España estuviera falto de ideas, el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, le ha recomendado que viaje a Andalucía para ver un ejemplo de "cómo se trata a las pymes y los autónomos". "Le doy tres datos", ha dicho Juan Marín poseído por el espíritu de Yolanda Díaz, "aunque podría darles muchos más". Es posible que aún no hubiera quedado claro que la Junta no comulga con Pedro Sánchez. Para aquellos que aún no tuvieran claro el tono, Marín ha despejado las dudas, "castiga a Andalucía y le da exactamente igual, la sigue castigando".
Críticas a la "desinformación" sobre Doñana
Sin embargo, la cuestión más controvertida a la que se ha tenido que enfrentar Moreno Bonilla ha sido, de nuevo, a los regadíos de Doñana. A primera hora de la mañana, 23 cadenas de supermercados europeas firmaban una carta de la organización ecologista WWF en la que mostraban preocupación por el futuro del Parque Nacional de Doñana y las consecuencias de la Proposición de Ley que se está tramitando en el Parlamento de Andalucía en la calidad de los productos.
Pero nada de eso es verdad, "una campaña de desinformación", ha dicho el presidente de la Junta. Ni siquiera es verdad que le haya llegado una carta de 23 supermercados, "me ha llegado carta de una asociación ecologista. Ninguna cadena se ha dirigido al Gobierno". Cualquiera que lea la carta ve los logos de los supermercados. Por si acaso, la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, estaba hoy en Bruselas explicando a la Comisión Europea lo que según Moreno es la verdad. "Es categóricamente falso que se haya planteado una amnistía a los regadíos ilegales".
Hasta ahora, Moreno se había mantenido al margen y había colocado al Parlamento por delante, "es una iniciativa de los grupos parlamentarios", decía. Hoy, por el contrario, ha manifestado que era algo que podrían haber hecho por decreto, pero quieren escuchar a todas las partes. Esto incluye a las asociaciones ecologistas que, de momento, no han sido consultadas.
El presidente de la Junta insiste en que no se trata de ampliar regadíos, sino de que se realizan obras hidráulicas para tener aguas superficiales. Otro de los motivos que esgrime Moreno Bonilla es que Doñana empieza a tener una mala consideración entre sus vecinos. Traducido quiere decir que no se puede explotar económicamente por su condicione de Parque Nacional, "hay que coordinarlo con el desarrollo económico", ha afirmado. Poco antes el líder del PP andaluz había presumido de que "si hay alguien a quien le duele el medio ambiente o el Parque Nacional es a mí".
Entre tanta defensa, también ha habido reproches al PSOE, seguramente estos con razón. Primero ha señalado que si el Gobierno es capaz de ofrecer una alternativa que concilie los "intereses históricos" de los agricultores con lo que considera el propio Gobierno, su equipo estará encantado de atenderla. Dicho esto, también ha pedido a los socialistas que hablen claro. Aquí está la cuestión. Desde el Ejecutivo de Sánchez se han mostrado inflexibles desde el primer momento y contrarios a la ley. En Andalucía no ha ocurrido lo mismo. El rechazo discursivo fue frontal, pero a la hora de votar, el PSOE-A se abstuvo con la excusa de que eran conscientes del problema, aunque esa no era la forma de solucionarlo. Lo definieron como una forma de tender la mano. Al final, esa abstención sólo ha servido para darle un argumento a Moreno que ha dejado claro que es "absurdo" decir una cosa y la contraria.
La ambigüedad sobre el Sáhara
Moreno tampoco ha escondido su malestar sobre una de las últimas decisiones de Pedro Sánchez, el cambio en las relaciones con Marruecos y en la posición con respecto al Sáhara. La situación del Sáhara ni siquiera ha sido mencionada por el presidente de la Junta en una respuesta donde sólo ha dado relevancia a las relaciones con Marruecos y al Partido Popular, "es un desprecio a los millones de ciudadanos que votan al PP el hecho de que Sánchez no haya tenido la consideración de hablar con Feijóo".
Pese a ello, el dirigente andaluz no ha escondido que el enfado es más de formas que de contenido y ha manifestado que su equipo trabaja para tener "unas relaciones fluidas desde el punto de vista social. Marruecos es un vecino y socio comercial, nos necesitamos". Moreno ha sido más concreto aún. Reconociendo que no conoce el paquete de medidas acordadas, ha expresado que espera que estén incluidas Ceuta, Melilla y Canarias. Algo que ya deslizó el lunes la portavoz socialista, Ángeles Férriz, al hablar de un acuerdo positivo en términos de seguridad.
El futuro de Unicaja, en Andalucía
"Bajo ningún concepto, desde el punto de vista institucional en lo que afecta al Gobierno andaluz, vamos a permitir, y vamos a utilizar todos los instrumentos que estén a nuestro alcance, que la sede social salga de Andalucía y, por tanto de Málaga, o que haya un vaciado del contenido del banco". Así de tajante ha sido el presidente de la Junta de Andalucía con el futuro de Unicaja, la quinta entidad bancaria del país.
Eso sí, pese a que el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, está negociando con la entidad, la Junta tampoco tiene competencias para nada, según el propio Moreno. Quien sí parece tenerlas, o al menos el presidente de la Junta se las ha dado, es Nadia Calviño, ministra de economía y vicepresidenta primera del Gobierno de España. "El Gobierno andaluz no tiene capacidad para decidir idoneidad o no idoneidad del presidente de la fundación bancaria, pero la vicepresidenta económica sí la tiene, ¿a qué estamos esperando?" Se ha preguntado en relación a Braulio Medel, presidente de la entidad.
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