"Si Vox dice que soy socialista y ustedes dicen que soy de Vox es que estoy en el centro político de Andalucía". Con esas palabras, Juanma Moreno ha despachado la primera intervención que en la sesión de control en el Parlamento de Andalucía había realizado Juan Espadas. La mañana ha estado claramente marcada por un clima electoral en el que cada uno de los portavoces ha intentado introducir los mensajes en los que se consideran fuertes.
Hasta en tres ocasiones había repetido el presidente de la Junta con cierta carga sarcástica "soy socialista" después de varios envites de Manuel Gavira, portavoz de Vox en el Parlamento. Con la frase, Moreno ironizaba sobre el paralelismo que suele hacer la extrema derecha sobre sus políticas y las que ejecutó el PSOE durante sus décadas de Gobierno. Sobre todo en algunas materias como Europa y el Cambio Climático, dos aspectos que prácticamente han monopolizado en enfrentamiento entre el presidente de la Junta y el portavoz de Vox.
"Estoy donde están la mayoría de los ciudadanos de Andalucía. Es tan evidente. Que estos señores digan que yo soy socialista y ustedes digan que soy de la extrema derecha es tan irreal que el ciudadano que lo está escuchando dirá: menos mal que tenemos un presidente pensando en Andalucía y no en la radicalidad en la que ustedes se han instalado", añadía el presidente.
Era previsible, pero Moreno lo ha confirmado. La estrategia de Vox en el día de hoy también ha ayudado. Desde el PP andaluz aprietan por aglutinar un voto útil que les permita gobernar en España sin necesitar de la extrema derecha. Algo que ya ocurrió precisamente en Andalucía hace un año. Los últimos días de campaña, pese a los intentos de la izquierda, permitieron que muchas personas apostara por Moreno para que pudiera gobernar de forma cómoda.
Gavira no ha dudado en ir al ataque con un discurso marcado con tintes euroescépticos y de negacionismo sobre el cambio climático. Previamente, durante el turno de Inmaculada Nieto, portavoz de por Andalucía, el presidente de la Junta ya había mostrado su preocupación por la emergencia climática afirmando que existen datos científicos que impiden dudar del cambio climático.
Estas discrepancias que Moreno se ha encargado de dejar claras en el pleno del Parlamento contrastan con lo que va a ocurrir este mismo jueves en otros territorios del país. Partido Popular y Vox irán de la mano desde hoy en comunidades autónomas como la Comunidad Valenciana y Extremadura mediante sendos gobiernos de coalición.
El presidente de la Junta de Andalucía ha vuelto a demostrar que es un buen orador parlamentario. "¿No será más socialista un partido político que une sus votos al partido de Sánchez para el que ha ganado las elecciones en Murcia no pueda gobernar", expresaba Moreno haciendo referencia a la única comunidad donde PP y Vox aún no se han entendido. Juan Espadas decidía inmediatamente sumarse a la fiesta y él mismo era consciente de ello, "me lo ha puesto botando, presidente". "¿No será usted de ultraderecha porque esta tarde en la sesión de investidura de Extremadura van a cogobernar con estos señores?", preguntaba el socialista. En Extremadura la fuerza más votada fue el PSOE.
No obstante, el presidente de la Junta daba la vuelta a la tortilla con uno de los temas más recurrentes de las últimas campañas electorales. El líder popular le pedía a Espadas que fuera cuidadoso al hablar de "los pactos de la vergüenza" y, como era de esperar, sacaba a relucir los acuerdos socialistas con EH Bildu y Esquerra Republicana.
Moreno está cómodo con su perfil institucional y europeísta. Seguramente Vox sea consciente, pero es la principal baza que el partido de Abascal maneja para diferenciarse de los populares. Ello explica los constantes ataques que Gavira ha realizado este jueves hacia Bruselas y hacia Feijóo después de recordar las palabras del líder del PP en las que aseguraba que si es elegido presidente del Gobierno, respetaría los compromisos europeístas de España. En esta línea, Moreno ha anunciado un nuevo viaje a la capital belga para reclamar ciertas cuestiones para Andalucía.
Las críticas de Vox a Europa iban en relación a las políticas agrarias debido al cambio climático. Esto ha provocado que entrara en el debate otra cuestión de la que Vox hace bandera: la inmigración. Y el presidente de la Junta lo ha toreado ante la indignación de la bancada de la extrema derecha. "Si no fuera por la inmigración regulada, ordenada y planificada, nuestros agricultores no podrían sacar adelante sus exportaciones. Pregúnteles a ellos. La economía sucumbiría", ha señalado el líder popular mientras deslizaba la posibilidad de que Vox propusiera un referéndum de salida de la UE como en Reino Unido. "Sería una catástrofe para España", ha sentenciado.