La Ley Electoral permitía que Macarena Olona no tuviese que dejar el Congreso de los Diputados hasta que obtuviese el acta en el Parlamento de Andalucía. Eso permitía a su formación jugar con los resultados electorales y abría un escenario en el que la candidata pudiera continuar en el Congreso en caso de que los resultados no permitieran a Vox pactar con el PP y formar parte del próximo Gobierno de la Junta de Andalucía.
Sin embargo, la decisión de la alicantina ha sido renunciar a su acta de diputada antes de que empiece oficialmente la campaña electoral, es decir, el próximo 3 de junio. Las elecciones se celebrarán 16 días más tarde y la campaña comenzará justo al día siguiente de que Olona quede fuera del Congreso.
En una nota difundida por su formación se afirma que es "una muestra inequívoca por su apuesta total por Andalucía, renunciando a su posición a nivel nacional y centrándose de forma exclusiva e íntegra en su futuro político en Andalucía, lugar al que ya ha anunciado se vendrá a vivir con su familia". Algo que, pese a la épica con la que ha sido comunicado, es lo más lógico del mundo.