Macarena Olona estaba dispuesta a tirar de la manta en el libro publicado recientemente con el que desgrana su último año de actividad política y está cumpliendo su palabra. En la ruta que está haciendo por los diferentes medios de comunicación para presentar su libro no está teniendo pelos en la lengua para acusar de cosas muy graves a Vox, su expartido.
La que fuera diputada en el Congreso y candidata a la Junta de Andalucía acusa a la formación de extrema derecha de desviar 11 millones de euros de dinero público hacia la Fundación Disenso, que preside el propio Santiago Abascal, y hacia la empresa Tizona S.L., una agencia de comunicación "propiedad al 50% de Kiko Méndez-Monasterio y de Gabriel Ariza", ambos miembros de Vox, que "habría facturado en cinco años casi cuatro millones de euros siendo su principal o único cliente Vox", según manifestó Olona en una entrevista en LaSexta.
La exdiputada, además, añadió que no ha acudido a la justicia porque tuvo constancia de este desvío en febrero, "cuando se han publicado las cuentas anuales de todas las mercantiles y fundaciones donde se ha desviado el dinero". Tras analizar dichas cuentas, ha concluido que el desvío asciende a la cantidad mencionada. No obstante, también rechaza acudir a la Justicia en estos momentos debido a que ahora "es el momento de las preguntas".
Las preguntas están llegando a Vox y Santiago Abascal este viernes ha defendido que los siete millones destinados desde Vox a Disenso son legales. Además, ha presumido de la labora que realiza la fundación. "Si pudieran sería 77 millones", ha afirmado antes de asegurar que la financiación de Vox está controlada por el Tribunal de Cuentas. Ignacio Garriga, por su parte, ha añadido a la defensa del partido que "los españoles no están preocupados por las mentiras que algunos están dispuestos a verter".