"La legislatura del diálogo", es el nombre que están utilizando en el Partido Popular para intentar mostrar que la mayoría absoluta tampoco va a traducirse en una apisonadora. Esta vez no ha sido un término utilizado por Juanma Moreno, presidente de la Junta, sino por Toni Martín, portavoz de los populares en el Parlamento de Andalucía y el primero en reunirse a lo largo de la mañana con Moreno en la ronda de contactos con los diferentes portavoces parlamentarios que estaba programada.
Aunque era una audiencia con el presidente del Gobierno andaluz en el marco de las competencias de la Junta, las palabras de Martín han ido dedicadas a la "inacción" del Gobierno central que comparten PSOE y Unidas Podemos, algo que deja entrever la estrategia que seguirán los populares en el nuevo curso parlamentario. La oposición, o al menos los partidos de izquierdas que cohabitan en ella, mostraron este miércoles la preocupación que tenían ante la posibilidad de que esta mayoría absoluta fuera un rodillo. Sin embargo, en los diversos encuentros que han mantenido con Moreno han demostrado, o al menos intentado, que no se resignan ante los resultados electorales con una multitud de propuestas para intentar llegar a acuerdos.
El más tajante ha sido el secretario general del Partido Socialista, Juan Espadas, que, incluso, se ha desmarcado de forma muy clara de su líder nacional, aunque también del líder nacional de Moreno por la pugna que mantienen y que se han intensificado recientemente tras el debate en el Senado y que, a buen seguro, con varias elecciones en el horizonte, irá a más en los próximos meses. De todo ello ha querido distanciarse el que fuera alcalde de Sevilla. Espadas ha estado cerca de definirse como una isla dentro de su partido, pero no lo ha terminado de hacer.
Por todo ello, ha apostado por "evitar la contaminación de todo lo que sucede en la política nacional" en la política andaluza, y ha considerado que "las estrategias de partido deben singularizarse cuando se llega al territorio", desde la premisa de que "las partes somos diferentes, más allá de que seamos del mismo partido o de otro". En esa línea, ha reivindicado "el derecho a un debate propio de la política autonómica, y a un diálogo entre gobierno y oposición" en Andalucía.
Desde la Junta se asegura que desde la Presidencia se ha propuesto una "línea de diálogo permanente" que incluirá encuentros "mensuales" y "bilaterales" para ejercer la mayoría absoluta que obtuvo el PP en las elecciones del 19 de junio de una manera "distinta" a como lo han hecho gobiernos anteriores, y en esa línea ha aseverado que "no existe precedente" en cuanto a ese afán por "la búsqueda de consensos y diálogo con las fuerzas políticas".
El propio Espadas, que ha sido el primer portavoz de la oposición en reunirse con Moreno, ha trasladado 13 puntos con un valor de 862 millones para hacer frente a la inflación, una cantidad que considera "factible" por los ingresos que está teniendo la Junta a causa del IVA. Las medidas no son nuevas, ya que el líder socialista se encargó de hacerlas públicas en la sede regional de su partido el pasado lunes. Además, ha querido dejar claro que el PSOE-A va a "respaldar a la Junta en sus reivindicaciones para la ejecución o la aceleración" de infraestructuras hidráulicas que son obras de interés general del Estado necesarias para Andalucía, cuyo retraso, según ha apostillado, "no sólo es imputable al actual Gobierno, sino a los siete años de gobierno de Mariano Rajoy".
Desde el Ejecutivo han insistido en que Moreno "estudiará" las diferentes propuestas que éstos han trasladado a Moreno, tras constatar que "son muchas las cosas que nos unen". En este sentido, analizará las diferentes propuestas que los grupos han trasladado al presidente en las reuniones de este jueves, en esa búsqueda de puntos de encuentro para dar respuesta a las demandas de la ciudadanía, "no vamos a renunciar a acuerdos con nadie, sino que se buscará la máxima amplitud de los acuerdos".
Quizás, la estrategia más disidente la ha llevado Vox al apostar por un discurso de 'guerra cultural' más alejado de las medidas concretas que han trasladado otros grupos. El portavoz, Manuel Gavira, ha mostrado su preocupación por el hecho de que la sequía o la presión fiscal puedan "derrumbar" el estado del bienestar, tal y como lo conocemos hasta ahora, pero esto lo ha achacado al "despilfarro y el derroche" de cientos de miles de euros en políticas "totalitarias, de género y las guiadas por el fanatismo climático". "Le pedimos a Moreno que evite ese derroche y no siga mordiendo esa manzana podrida.
Las últimas en encontrarse con Moreno han sido Teresa Rodríguez, de Adelante Andalucía, e Inmaculada Nieto, de Por Andalucía. Rodríguez, con un decálogo de medidas, ha querido dejar claro que va a estar al "lado" de la Junta en la defensa de los intereses de Andalucía, que pasa por demandar la ejecución de infraestructuras hidráulicas estatales. La líder de Adelante ha pedido a Moreno que no beneficie a las grandes corporaciones y, además, ha considerado que, aunque estén en las "antípodas ideológicas", pueda haber cierto margen para el acuerdo con el Gobierno andaluz en cuestiones como la mejora de la calidad del empleo en la hostelería y el turismo.
Por su parte, Nieto, que ha sido quien ha cerrado esta ronda poniendo en duda la mano tendida del presidente de la Junta. "Tenemos sobre la mesa ahora mismo más imposición que diálogo, más utilización de rodillo con la mayoría absoluta que diálogo y mano tendida", ha señalado la algecireña. Aun así, no descarta llegar a determinados acuerdos, "sobre la mesa hay temas de suficiente calado y trascendencia como para que generen algún tipo de acuerdo o reflexión compartida que genere cierto margen de paquete de medidas que a todas las formaciones nos pueda parecer posible poner en común".
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