Durante 2017 y 2018, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, tuvo que gobernar prácticamente cada semana lidiando con el malestar de la calle. Empezó a surgir un malestar a raíz de la situación de la sanidad pública que cristalizó en constantes movilizaciones. Algunas de ellas multitudinaria ocupando toda la Avenida de la Constitución de Sevilla. Cinco años después, muchos coinciden en que fue el principio del fin del PSOE en el Palacio de San Telmo.
La situación actual queda muy lejos de aquello. Al menos, de momento. Pero el malestar existe. Buena prueba de ello es que todos los grupos de la oposición, desde Adelante Andalucía a Vox, han abordado la cuestión durante la sesión de control al presidente de la Junta de Andalucía celebrada este miércoles en el Parlamento de Andalucía. Un tema que Moreno no logra esquivar pese a los datos y pese a que el Partido Popular está aprovechando su mayoría absoluta para impedir un debate monográfico solicitado por la oposición desde abril.
El sábado, las Mareas Blancas se movilizarán en las ocho provincias andaluzas para defender la sanidad pública. En la grada del Parlamento ha estado presente uno de sus coordinadores al que el PP ha señalado haciendo referencia a su histórica militancia en Izquierda Unida.
La sesión de control ha comenzado con palabras del propio Juanma Moreno. Eso sí, por boca del portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García. La jugada la ha repetido más tarde Juan Espadas. Eran reproches del actual presidente de la Junta de Andalucía a su antecesora, Susana Díaz. En ellas, Moreno acusaba al Gobierno socialista de privatizar la sanidad por la puerta de atrás debido a que había aumentado el número de andaluces con seguros privados. Entonces, el aumento era de 100.000 personas. Ahora, cinco años después de la llegada del Partido Popular, el número de andaluces con seguros privados ha aumentado en medio millón. "En parte está sentado ahí por la sanidad. Si hace lo mismo que Susana Díaz, acabará como Susana Díaz", señalaba el propio García.
Precisamente, en el PSOE conocen muy bien lo que le pasó a Susana Díaz. "¿Está convencido de que el sistema sanitario funciona? Dígaselo a los convocados el sábado porque están hartos. Dígales que toodo va bien y que han invertido más que nadie. Que todo son hipérboles de la oposición", ha reclamado Espadas. Díaz, hace seis años, dijo que las Mareas Blancas estaban manipuladas.
La cuestión se ha replicado una y otra vez independientemente de quien tomara la palabra. Mientras, Moreno se zajaba de la cuestión recurriendo a las inversiones en 50 nuevas instalaciones públicas y en la apretura del Hospital Militar de Sevilla. "Curiosa privatización poniendo más recursos e incrementando salarios", ha afirmado.
La defensa de la gestión no ha evitado que el presidente andaluz haya reconocido que la sanidad andaluzas tenga problemas. No obstante, ha acusado a los andalucistas de perder credibilidad por hacer críticas "catastrofistas". Inmaculada Nieto, de Por Andalucía, acusaba poco después a la Junta de hacerle el trabajo a las clínicas privadas por dar a estas empresas las "tres cosas que necesitan": recursos, personal y una cartera de clientes.
Las críticas han tomado un camino que muchos no creerían. Incluso Vox ha arremetido contra los conciertos por 700 millones de euros con la sanidad privada porque, según el portavoz Manuel Gavira supone "tirar la toalla con lo público". El intercambio ha terminado con un chascarrillo de Moreno afirmando que Vox estaba adelantando por la izquierda a PSOE, Por Andalucía y Adelante. El presidente andaluz también se ha referido al bloqueo de la bolsa. "No funciona", ha vuelto a reconocer, "deseo que se aclare la situación lo antes posible".