"Queremos trasladarles que sentimos su dolor y afirmamos que nunca debería haberse producido. A nadie puede satisfacer que aquello sucediera. No se debería haber prolongado tanto en el tiempo. Deberíamos haber llegado antes. Desgraciadamente, el pasado no tiene remedio. Nada de lo que digamos puede deshacer el daño causado. Pero estamos convencidos de que es posible aliviarlo desde el respeto y la memoria. Sentimos enormemente su sufrimiento y nos comprometemos a mitigarlo”, ha asegurado Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu, junto a Arkaitz Rodríguez, secretario general de Sortu, en referencia a las víctimas de ETA.
La “declaración solemne” leída por ambos dirigentes, cuando se cumplen diez años del final de la banda terrorista, también se refiere a los presos. “Hace falta una solución a los presos y presas. Es un reto ineludible que pasa por poner fin a la política penitenciaria de excepción. Queremos reivindicar el papel decisivo del colectivo de presos. Sin ellos no hubiera sido posible”, han dicho.
Esta semana se cumplen diez años desde que ETA anunciara el fin de su actividad criminal. Ahora mismo la banda terrorista se reduce a una veintena de huidos y 184 presos en cárceles españolas, 73 de ellos acercados ya al País Vasco, gracias a la decisión de poner fin a la política de dispersión por el Gobierno de Pedro Sánchez, que también ha cedido en este tiempo la competencia de prisiones al Ejecutivo vasco y aceptado a EH Bildu como uno de los socios parlamentarios.
Arnaldo Otegi sigue siendo hoy el líder de la izquierda abertzale, como hace diez años, aunque entonces estaba en prisión por tratar de reconstruir la ilegalizada Batasuna siguiendo las órdenes de ETA. Sus negociaciones con el secretario general de los socialistas guipuzcoanos, Jesús Eguiguren, se entrelazaron con los comunicados de la banda terrorista, antes y después del 20 de octubre de 2011 de abandono de las armas.
Josu Ternera, el etarra más buscado
En este tiempo el etarra más buscado por su simbolismo como antiguo jefe de ETA y su papel en las negociaciones con el Gobierno ha sido José Antonio Urrutikoetxea, 'Josu Ternera'. Su nombre se tachó de la lista de los huidos al ser detenido en una operación de la Guardia Civil en mayo de 2019 en los Alpes franceses. Ahora está pendiente de su extradición, reclamado por la Justicia española por, entre otros, el atentado de la casa cuartel de Zaragoza.
También se han llevado a cabo extradiciones como la de Natividad Jáuregui, alias 'Pepona', entregada por Bélgica por el asesinato en 1981 del teniente coronel Ramón Romeo; o las detenciones de la Policía en México de Ángel María Tellería, buscado por el asesinato de la inspectora María Josefa García Sánchez, y Juan Jesús Narváez Goñi y su pareja, Itziar Alberdi, por asesinar con un paquete bomba a dos policías.
"En octubre de 2011 ETA anunció el fin de la actividad terrorista pero, en la práctica, siguió su actividad centrada en aspectos relacionados con la situación de los huidos y el depósito de armas", explican fuentes de la Jefatura de Información de la Guardia Civil consultadas por Europa Press. Desde la Comisaría General de Información de la Policía Nacional recuerdan que han practicado 35 detenciones desde que ETA anunciara el fin de la actividad armada, las dos primeras tan sólo ocho días después de aquel comunicado, al arrestar en Bélgica a Ventura Tomé y Javier Aguirre Ibáñez.
"No hemos parado para tratar de evitar la prescripción de delitos", añaden desde los servicios de Información de la Policía. Son 21 los etarras con delitos y un horizonte de prescripción de unos cuatro años: a diez de ellos lo sitúan en Venezuela, uno en Cuba, cinco en Francia, y luego hay algún dirigente de la banda terrorista disperso por países como Brasil, México, Uruguay y Cabo Verde.
En la lista figuran históricos como Ignacio de Juana Chaos, aunque a día de hoy ven complicado su entrega y detención debido a que el delito por el que figura en las bases de datos policiales es el de enaltecimiento. José Luis Eciolaza Galán, 'Dienteputo', Oier Eguidazu Bernas, Eneko Aguirresarobe Olagoy y Anartz Arambarri Echaniz son otros de los etarras que siguen en la lista de los más buscados.
Las fuentes consultadas ironizan sobre los "gestos" y la propaganda que organizó el entorno de ETA cuando la banda agonizaba, buscando mediadores y tratando de disimular que se encaminaba a su derrota. En este sentido destacan que desde 2012 se le incautó más del doble de armas que las que después entregó desde 2017 en Francia ofreciendo las coordenadas de zulos, previa Declaración de Aiete y con la ayuda de los conocidos como 'artesanos de la paz'.