Pedro Pacheco Herrera, alcalde de Jerez entre 1979 y 2003, responsable del urbanismo de la ciudad en los años previos a la grieta del pelotazo inmobiliario —2003-2007— y unos cuantos años más de final de trayecto político que desembocaron en lo que él llama “la pesadilla” o “la residencia”, rompe su silencio. Han pasado cinco años desde que concedió su última entrevista a un medio de comunicación, más allá de algunas declaraciones en algunas de sus salidas de permiso.
Una condena por dos casos de enchufismo, a la que se han sumado otras derivadas de su gestión al frente de la extinta Gerencia Municipal de Urbanismo, han supuesto para el veterano nacionalista andaluz un ingreso de tres años y medio prácticamente ininterrumpidos —casi sin permisos penitenciarios— en Puerto III, hasta que hace ahora un año obtuvo el tercer grado. Este 2 de abril cumplirá 70 años y, por ley, aguarda recibir la libertad condicional que le permita reabrir otra etapa en su vida. Quizás más familiar, más analítica y en segunda línea. Entre otras cosas, porque está inhabilitado para cargo público para el resto de su vida.
Él, en su senectud, más Pedro que Pacheco, habiendo purgado errores propios y ajenos, cada vez más lejos del personaje que se empeñó en mantener, aún alberga la esperanza de participar en la primera línea política. “Me encantaría que me quitaran esa losa y volver a ser concejal, y ayudar”. La entrevista se produce en su casa, apenas unos días antes de que se celebren los 40 años de ayuntamientos democráticos en España. Él fue uno de los que abanderó ese movimiento municipalista en una hornada política “irrepetible”, con mucha vocación y sin cobrar un duro, convirtiéndose en uno de los regidores más populares del país.
Durante hora y media de entrevista en exclusiva con lavozdelsur.es, Pacheco, que no rehúye preguntas y se muestra más autocrítico que nunca, solo pide que respetemos su delicada situación judicial, pendiente aún de un juicio en julio —para el que no le piden cárcel— y de una casación al Supremo por otra causa pendiente, así como de recibir la ansiada libertad condicional en apenas unas semanas. A continuación, reproducimos la primera de las dos partes del encuentro mantenido con este medio de comunicación andaluz:
Como decíamos ayer…
(Silencio) Je, je, je… Fray Luis de León, ¿no?
¿Sabe que, al parecer, jamás pronunció esa frase tras volver a su cátedra tras cinco años encarcelado?
Pues no me extraña, hay una especie de lugares comunes que todo el mundo los repite…
¿Hay frases que, se digan o no, nos persiguen toda la vida?
Joder (sonríe). Sí señor. (Silencio) Hay frases que persiguen a uno toda la vida. Hay una famosa frase dicha por el joven Pacheco que todavía está muy de actualidad, je, je, je
El “joven Pacheco”. ¿Qué queda de ese “joven Pacheco”?
Bueno, queda bastante fuerza porque la edad no influye en las ideas. Es vieja la ropa, pero la persona no es vieja si por dentro conserva su energía y tiene las ideas claras. Algunas ideas son difíciles de poner en práctica, pero no envejecen. Envejece la ropa, como digo.
Hay frases que persiguen a uno toda la vida
¿Cómo se encuentra, física y mentalmente?
Bueno, se ha pasado mucho. He vivido recientemente unos tiempos que yo llamo de pesadilla, y espero que los daños en el interior sean los menos posibles.
¿Vivir privado de libertad puede ser como uno se lo imagina?
No. Es imposible. Eso… eso es imposible. Ni pensarlo, ni haber vivido lo que se ha vivido. Imposible.
Ahora que es abuelo, y teniendo en cuenta que no pudo disfrutar de sus hijos por sus responsabilidades políticas, ¿valora más otras cosas de la vida que en otras etapas?
Con mis hijos, Mauricio y Delia, no tuve mucho tiempo de disfrutar y ahora espero compensar un poco con mis nietas, tres y a punto de venir otra. Creo que lo único bueno que han tenido estos años de pesadilla es encontrarme casi con cuatro nietas. Qué curioso. Mira por dónde la naturaleza ha compensado. Pero tengo una cosa pendiente: yo no disfruté de mis hijos. Tenga usted en cuenta que salía muchas veces a las seis de la mañana y volvía a las once de la noche. Y se me encogía el corazón cuando iba a comer a casa y al verme mi hijo me decía: papá, papá, quiero ir contigo, no te vayas y empezaba a llorar. Increíble. Me daba una pena... Yo realmente no disfruté lo que debería haber disfrutado con mis hijos, y ahora pues voy a intentar disfrutar con mis nietas.
Es vieja la ropa, pero la persona no es vieja si por dentro conserva su energía y tiene las ideas claras. Algunas ideas son difíciles de poner en práctica, pero no envejecen
Echando la vista atrás, por eso que comentaba, ¿le ha merecido la pena ese sacrificio personal?
Yo di un paso de ir en la lista, no pensábamos nunca que nos iba a ocupar tanto tiempo y con tanta dureza, pero una vez que nos metimos ahí, elaboramos un proyecto para transformar la ciudad, y ya nos metimos en una especie de rueda. Una noria de la que era muy difícil escapar. Yo alabo a los que se escaparon de esa noria, pero yo no pude, o no lo hice bien para escaparme. Me ha consumido casi treinta años de mi vida, ¿eh? Treinta años son tela. Son muchos años dedicados al espacio público de Jerez… Bueno, al de Jerez, al andaluz, y al europeo. Es una barbaridad. (Silencio) Yo no me arrepiento…
¿…Se arrepiente de algo?
Me arrepiento de no haber disfrutado más de mis hijos, me arrepiento porque no me esperaba este final de la vida política que he tenido… si es que ha llegado el final…, pero yo no me arrepiento. Las cosas, las que me gustaban, las hacía con mucho cariño. Las que no, pues les ponía menos cariño (je, je, je). Nadie es perfecto, ¿no? (Vuelve a sonreír). Y, además, como soy Aries, se me notaba y se me nota.
Una persona como usted, con todo este bagaje, ¿puede dejar en algún momento de ser política? ¿Le han aburrido en estos años?
Actualmente, me aburre una barbaridad la clase política tan mala e impresentable que, en líneas generales, tenemos. Muy mala, muy mala. No están a nuestra altura. ¡Ni muerto! Creo, sinceramente, que estamos viendo a tres partidos de derechas, que alguno intenta disfrazarse de no sé qué, que al parecer tienen un problema que consiste en querer poner en marcha otra Transición y liderarla ellos. Este país no escarmienta. No solo cerramos muy mal la Transición, con muchos jirones que entregamos, sino que ahora estos tres partidos, unidos —porque están unidos por dentro—, intentan liderar otra Transición, como si la anterior no la hubiesen liderado ellos. La vendió Franco antes y después de morir, él y sus herederos, con la ayuda incluso del rey emérito…
Atado y bien atado…
Atado y bien atado, ¿eh? Os acordaréis cuando el señor Arias Navarro no solo dijo españoles, Franco ha muerto, sino que él veía la lucecita en El Pardo (risas)… Increíble, ¿no? Vivimos unos momentos muybonitos…, por ser un poco irónico.
Este país no escarmienta. No solo cerramos muy mal la Transición, con muchos jirones que entregamos, sino que ahora estos tres partidos, unidos —porque están unidos por dentro—, intentan liderar otra Transición, como si la anterior no la hubiesen liderado ellos
¿Con los años van decayendo las utopías?
No, yo creo que hay utopías que son posibles, aunque sean muy difíciles de conseguir. No voy a hablar de la metáfora comunista, ¿no?, que Stalin se la cargó, pero en muchos pueblos y muchas personas subyacen esas utopías, como el ideal de una sociedad socialista. ¿Por qué no? Si al final estamos viendo que el sistema socioeconómico imperante es el neoliberalismo que va camino de acabar con casi todo… Tiene que ir surgiendo una alternativa y alabo a todas las fuerzas políticas que creen de verdad en la utopía y quieren ponerla en marcha. Al final, tiene que surgir, como sea, una alternativa al actual sistema tan injusto que tenemos. Basta pensar en los daños tan terribles que ha producido la crisis económica tan terrible que tenemos en este país, y las malísimas consecuencias, entre ellas la desigualdad, y la austeridad que se nos ha impuesto. Eso requiere trabajar por alternativas.
Recientemente, me he llevado una alegría cuando ha aparecido una chavala sueca que en el Parlamento Europeo ha demostrado que se puede confiar en las ideas que tienen los jóvenes. Era inconcebible pensar que una joven de 16 años representara a tantas voces y con esas ideas tan innovadoras. Al final tendrá que surgir una alternativa al actual disparate que estamos soportando por este sistema socioeconómico que está en el límite. Se habla de que se avecina una nueva crisis en la zona Euro, pero es que la crisis no se ha ido. ¡Si es que el mayor problema que hemos tenido es haber salvado la mala gestión de los bancos! Es increíble que con nuestros impuestos hayamos salvado la mala gestión de los bancos; y se han ido de rositas casi todos los banqueros causantes de esa ruina. Y es inconcebible que los 150.000 desahucios de gente humilde se hayan producido por los bancos a los que hemos salvado. ¡Es inconcebible! Y es todavía peor, estamos en precampaña electoral, pero es que aún no han dicho los partidos por qué han tardado cuatro años en adaptar la legislación española a la europea, que prohibía esos tipos de desahucios.
Es increíble que con nuestros impuestos hayamos salvado la mala gestión de los bancos; y se han ido de rositas casi todos los banqueros causantes de esa ruina
Espero que en esta campaña la ciudadanía crítica que existe les pregunte a estos partidos que han estado en el Parlamento por qué han tardado cuatro años en eso. ¿Qué pasa que estaban muy ocupados trabajando tanto? Es imposible. Creo que esa utopía de una alternativa viable al actual sistema que tenemos es posible. Estoy leyendo cada vez más cosas sobre el señor López Obrador, en México, y está demostrando que es posible construir algo diferente. Espero que no lo frustren o se lo carguen.
¿Hasta qué punto la lectura le ha servido de refugio en estos últimos años?
(Resopla) Yo creo que si no hubiera leído habría estallado. De una forma compulsiva retomé más esfuerzos de lectura y, curiosamente, allí, no en El Pardo, allí, el tiempo sí que pasa y lo cuentas. Allí sí que cuentas el tiempo. Cuando estás fuera, el tiempo pasa volando, pero dentro se cuenta el tiempo, ¿eh? Qué difícil… El tiempo se cuenta, sí, sí, sí. Días de 24 horas, ¿eh?...
¿Qué está leyendo ahora?
Estoy leyendo Estrategia judicial en los procesos políticos. Algunos abogados de los acusados en el Procès están aplicando cosas de ese libro, es del abogado francés Vergès. Y estoy leyendo otro muy bonito, La revolución rusa cien años después, sobre la metáfora comunista. Qué lástima el final que tuvo tan raro. Y también alterno con otro que se llama La frontera, de Winslow. Está muy bien. Según la hora y el estado, cojo uno u otro. Todo el día con el mismo libro…
¿Y cómo se ve el cielo todo el día en el mismo sitio?
Bf, el trocito. De vez en cuando, nublado (je, je, je). Se veía nublado el trocito de patio.
¿Sirve ese sistema que tenemos para ese fin último de la reinserción?
No. Otro día hablaremos más detenidamente de esto, pero son pocos los que creen en la reinserción y son pocos los medios que hay. Que no os vendan una moto porque no es verdad. Ni hay interés, ni hay medios. Bueno, a la vista está.
Usted va camino de los 70 años, ¿cualquier tiempo pasado fue mejor?
(Resopla) Fú, fú… Es que retrotraerte ahora a tu infancia y a tu juventud, eso es imposible, ¿eh? No se puede. El pasado dura muy poco. El pasado te sirve para meditar sobre el actual presente y encarar un poco el futuro. Pero volver al pasado es imposible y no es beneficioso. Viivimos en un presente, hemos tenido en cuenta las experiencias del pasado, y lo que estamos es encarando el futuro. El historiador sí tiene que volver hacia el pasado, ver si hubo fuentes bibliográficas, corregir ciertas interpretaciones, pero la humanidad no debe estar volviendo continuamente al pasado porque nos impediría caminar.
Creo que decisiones que tomamos se han demostrado posteriormente que no eran muy correctas, pero… en aquel momento se tomaron
¿Usted ha abusado de vivir del pasado y del futuro, de no haber quizás comprendido mejor el presente para haber tomado otras decisiones?
Es que el presente dura tan poco… Tomamos las decisiones que tomamos. Si es que era muy difícil… Bajo presión, tan agobiaos…,a veces con mayorías minoritarias, a veces en coalición, a veces con mayoría absoluta… Se tomaron las decisiones que había que tomar y muchas no fueron bien explicadas, también es verdad; ni existían tantos medios de explicarlas, también es verdad; pero siempre tomamos las decisiones que creíamos que eran las mejores, aunque luego se demostró que, en algunos casos, no eran las mejores, que había otras alternativas, pero tampoco surgían en el momento otras ideas, ¿eh?… Creo que decisiones que tomamos se han demostrado posteriormente que no eran muy correctas, pero… en aquel momento se tomaron. Ahora bien, a nosotros, y a mí principalmente por ser el jefe del equipo, no me podréis decir jamás que no me tiré a los charcos. No rehuí nunca el combate, me metí en todos los charcos…
A veces hasta literal. Hay una imagen de usted en unas inundaciones en los años 80 en la histórica barriada jerezana de La Asunción hasta la cintura de agua…
(Risas) Eso de ver los toros desde arriba… no, no. Yo me metía en faena y me arremangaba.
Usted, de familia humilde, que estudió Derecho, que empezó a trabajar muy joven en la Caja, ¿pensaba hasta dónde iba a llegar en política?
Es más, yo iba destinado a la política nacional. En el 79, el partido en Cádiz me propuso el primero, y sacamos dos. Luego, hubo un cambio, encabezó la lista Alejandro (Rojas Marcos), se hizo un pacto con la USO, con Emilio Rubiales, y por poco salgo porque iba al final el tercero. O sea, qué curioso: quiso el azar que me quedara en las puertas y que la gente me propusiera para las municipales, pero iba al Parlamento de Madrid en principio. Qué curioso…
Habría cambiado todo…
Bueno, ahí empezó todo, ja, ja, ja… El 2 de abril del 79, ahí empezó todo. Casi ná. Con 30 años recién cumplidos. ¡Qué barbaridad!
Tengo mucha esperanza en que los jóvenes que se acercan a la política aporten ideas nuevas y vayan ocupando los espacios correspondientes
¿Volvería a hacerlo?
Ufff… A mí me gustaría que esa losa que me impide ser concejal se me quitara. Me gustaría volver a ser concejal. Me encantaría. Y ayudar.
Le hablaba de empezar otra vez, de rebobinar a la película del año 79, pero veo que usted querría seguir filmando nuevas películas…
Pero es que esa película está ahí, yo ya no puedo volver. Y además no me correspondería a mí solo. Pero yo a lo que dice le añado que me gustaría que me quitaran esa losa que me impide ser concejal. Me encantaría volver a ser concejal.
¿Tendría cosas que aportar?
Sí. Ayudaría a que Jerez no siguiera cuesta abajo como está. Irónicamente, digo que Jerez está desde hace unos años como la cuesta de la Alcubilla, cuesta abajo. Está un poco perdida, no tiene los objetivos muy claros.
En general, ¿falta liderazgo en la política actual?
Ya no hay. Después de casi 40 años de ayuntamientos democráticos y un poco más de política nacional, creo que hay un bajón en la calidad de la clase política. Ha coincidido hastío de la gente, la grave crisis socioeconómica, que el 1% se haya beneficiado respecto del 99%, son tantas circunstancias que han permitido que hoy en día nos encontremos en esta atmósfera. Pero una de las razones es la baja calidad de la clase política. Mire usted, da pavor ver a este chico, Casado, que aparte de la ignorancia que manifiesta, es que da pavor. Si el líder de una de las derechas es el señor Casado, qué culpa tienen los que lo votan, si es que ese hombre no tiene la cabeza en pie. Nunca mejor dicho que le consiguieron por la cara el máster. Usted lo ve con un cierto aire crítico y se queda alucinado. No se puede exigir a los políticos que sean enciclopedias, pero hombre, ¿esos disparates que se dicen? Más vale ver, oír y callar. No tengo respuesta para este problema, lo consultaré con los técnicos… Un político no es una enciclopedia, pero vemos todos los días en la calidad de los discursos la baja calidad de la clase política.
Quizás se deba a un correctivo que la naturaleza me ha autoimpuesto en estos años de pesadilla, pero estoy muy radical
¿Cómo se soluciona esa falta de liderazgos, de ideas claras, si tenemos en cuenta que la política también es un reflejo de la sociedad que nos rodea?
Tengo mucha esperanza en que los jóvenes que se acercan a la política aporten ideas nuevas y vayan ocupando los espacios correspondientes. Pero la clase política de estos quince años atrás…
Que coincide con graves periodos de casos de corrupción, con una crisis generalizada social y económica, con partidos convertidos en agencias de colocación…
Todo, todo, eso no es normal. Es un mal ejemplo también seguir llevando a ciertas personas en las listas provinciales al Congreso de una de las derechas. Eso es… un fallo garrafal, teniendo esa derecha gente más presentable, ¿no? Es el culmen de esta baja calidad de la democracia y de la política. Ahí hay una señora a la que le persigue la Gürtel. Ese Gürtel en Jerez donde están metidos funcionarios del Ayuntamiento, compañeros y amigos nuestros, cómo es concebible que la causante presuntamente esté con un sobreseimiento provisional y sigan intentando machacar a los técnicos. Es increíble. Y la cantidad de muertos que ha habido en este tema. Me parece que es un mal ejemplo para la democracia que queremos reiniciar que personas así aparezcan en un cartel. Lo lamento mucho por los votantes del PP, lo siento por ellos.
¿Se considera de izquierdas?
Yo estoy más radical.
¿Más radical que en el 79?
Sí, sí, estoy más radical. Y no sé por qué. Quizás se deba a un correctivo que la naturaleza me ha autoimpuesto en estos años de pesadilla, pero estoy muy radical (ríe).
¿Qué consejo daría a quien le sucediera, para no cometer sus mismos errores? "Que consulte y medite más"
¿Qué solución hay ante tanta desafección e indignación con la clase política?
Por lo pronto, hay que empezar por abajo. No se pueden despreciar los métodos de elección de los candidatos, no se pueden sacar fichajes de la chistera, no se puede faltar el respeto a las asambleas, si es que hay asambleas aún… eso es un suma y sigue que solo afecta a la desafección. Ha visto que en todos los territorios de España ha habido líos con las listas y ese runrún pasa factura, no se apaga cuando empieza la campaña. Sin embargo, estoy viendo ahora, qué curioso, que hay partidos como el PSOE que solo están en la conquista del poder, para luego adobarlo con unas ciertas reformas. Por eso el socialismo en Europa ha ido cuesta abajo, cuesta abajo.
Un partido socialdemócrata no puede estar obsesionado con el poder y ciertas reformitas. No hablo de esta legislatura, hablo desde Felipe González hasta la fecha. Lo que han hecho es gestionar con un brochazo de progresismo las políticas neoliberales. Eso se viene viviendo en Europa desde la Guerra Fría, que acabó con el PC italiano, el francés, y con que todo el mundo tiró la toalla. En Alemania, para disimular más, favorecieron la participación de los trabajadores en los consejos de administración. Imagínese lo que nosotros hemos participado en el levantamiento de todas las cajas, lo que han pintado los trabajadores… Yo creo que estos partidos socialdemócratas hace tiempo que renunciaron a la transformación de la sociedad. Están obsesionados con el poder como sea.
Estos días se habla de que en precampaña no está abordándose la cuestión económica, pero esto entronca con un círculo vicioso muy perverso que, además, choca con cosas tan preocupantes que hay que atender urgentemente como el cambio climático. Cosas como la senda de crecimiento, la regla de gasto… inventos de ingeniería financiera que son como huidas hacia adelante en esta crisis sistémica, ¿no cree?
¿Se acuerda de la tasa Tobin? (Ríe) ¿Se acuerda…? Todavía están mareando la perdiz. ¿Ha visto las tasas a los grandes monstruos como Google y compañía? No es el momento oportuno. ¿Usted ha visto el impuesto a las transacciones financieras? No es el momento oportuno. ¿Cuándo es el momento oportuno? ¿Nunca es oportuno? ¿Cree que un día nos vamos a enterar del caso de espionaje en el BBVA? ¿Nos vamos a enterar de los 7.000 millones que había en Banca Catalana cuando dirigía Pujol? ¿No estarán en Andorra, no? La gente tiene que enterarse de que, a cambio de que el señor Pujol votara en Madrid al señor González, apartaron a los fiscales y nunca más se investigó el boquete de Banca Catalana. Y así, hasta la fecha, todo lo que usted quiera y más. ¿Nos enteraremos de verdad qué ha pasado con el Banco Popular?...
Pero al final en este país siempre hay un ‘robagallinas’.
Por supuesto. Al que luego quieren reinsertar. Está claro, ¿no?
¿Qué no haría bajo ningún concepto de lo que hizo como alcalde? O qué consejo daría a quien le sucediera, para no cometer sus mismos errores.
Que consulte y medite más. Tuvimos que tomar decisiones muy rápidas en una época donde no había ni alcantarillado en la mayoría de las calles. Había bombillitas de esas que ahora están de moda y recuerdan al pasado. No había nada. La suerte que tuvimos esa cosecha inolvidable del 79 es que a la aristocracia-burguesía de esta ciudad no le dio por la especulación inmobiliaria, que estaba casi intacta. Realmente, no hubo muchos ramalazos de especulación que destrozaran la ciudad. En Córdoba, el destrozo fue mayor. ¿Qué ocurrió? Que empezamos, creo, la mayor transformación que ha tenido la ciudad de Jerez de todos los tiempos. Comparable a cuando Jerez salió de las murallas.
¿Se ha enriquecido enriquecido con la política? "No. A la vista está. Vivo de mi pensión. Punto. Y ya nos hemos adaptado a la nueva realidad. Curiosamente, hace un mes he pagado el último plazo de un préstamo"
Con sus aciertos y sus errores…
Si es que no hubo tiempo. Si es que acudíamos a todo. Entramos con un presupuesto de 606 millones de pesetas porque aquel año coincidió la tasa de equivalencia, que se pagaba decenalmente. Si no habrían sido 350. Y al principio decían que éramos los interinos (ríe). A nuestras espaldas decía algún funcionario: qué poco van a durar los interinos, qué poco van a durar… je, je, je…. Y cuando empezamos a trabajar por la ciudad, es que faltaban horas. Se ha hecho tanto, o se hizo tanto, que es que era imposible no errar. Si hubiésemos tenido más tiempo, ¿qué habría hecho? Escuchar más, pero es que no había tiempo de escuchar. La ciudad confió en nosotros en estos maquinistas, y mucha gente se montó en el tren, pero éramos nosotros.
En ese tren se distorsiona la propia realidad en algún momento…
Es que pusimos en marcha tantos proyectos… No teníamos tiempo, estábamos desbordados. Y aun así, fuimos capaces de hacer una gran transformación de la ciudad. Hubiera hecho falta haber profundizado un poco más en el concepto civitas, pero en el concepto urbs, creo que ahí está, ¿no? Tantas cosas no podíamos hacer. Se quedaron cosas en el tintero, como haber desarrollado más los presupuestos participativos, que los gobiernos que me sustituyeron los quitaron; haber desarrollado más la descentralización, que es buena; haber evitado que los movimientos sociales se hubieran ido aburriendo, que las asociaciones de vecinos y demás hoy apenas existen… pero es que os digo de verdad que no pudimos atender a tantos frentes.
Hablamos de un periodo muy amplio de 24 años como alcalde, y otros cuatro como responsable de Urbanismo bajo pactos con PP y PSOE, donde hubo aciertos, pero también errores…
Por supuesto, por supuesto…
Como es lógico, un hombre que ha estado tan expuesto como usted, ha recibido todo tipo de comentarios, bulos, críticas con razón o sin ella…
Ya…
¿De qué no le podrán acusar nunca?
No he robado ni un duro, ¡¿eh?! Oiga, mucho cuidado, ¿eh?
"Lo que espanta a la gente de la política no es que se cobre poco, sino el escenario político que, en absoluto, es atractivo"
¿Y enriquecerse, se ha enriquecido con la política?
No. No. A la vista está. Vivo de mi pensión. Punto. Y ya nos hemos adaptado a la nueva realidad. Curiosamente, hace un mes he pagado el último plazo de un préstamo.
El líder andaluz de Cs, Juan Marín, decía recientemente que los consejeros de la Junta cobran poco. ¿Por esto cada vez cuesta más que la gente se acerque a la política?
No. No se acercan porque el escenario político no es, en absoluto, atractivo. Fíjese el ejemplo que han dado con la formación de las listas. Ese señor del que usted habla, tendrá que decir cómo su partido, que iba con una aureola de equis, está metido hasta aquí de fango con sus listas en este país. Eso es lo que espanta a la gente, no que se cobre poco. Entré en el 79 como alcalde siendo abogado de la Caja de Ahorros y hasta los años 80, según el presupuesto municipal, no se permitió cobrar. Tuve la suerte de que mi empresa me permitió entregarme en cuerpo y alma, pero mucha gente no podía porque no se cobraba. Luego, en la segunda legislatura, se modificó la ley porque la mitad de la gente no se podía dedicar a la política.
¿Era pura vocación de servicio público?
Nosotros íbamos con mucha ilusión. Habíamos visto el Mayo del 68, la caída de los regímenes del Este, las guerras de descolonización en Vietnam y Corea, el aplastamiento de Hungría, la Primavera de Praga… Veníamos muy ideologizados a la política en el 79. Fíjese la cantidad de cosas que estaban pasando en el mundo: Luther King, líderes de África ajusticiados… Nos decían los rojos.
Recibí a una de las hermanas del Altillo cuando estábamos haciendo un PGOU donde lo manteníamos como zona verde, rodeados de bloques que eran una aberración urbanística que se hicieron en una época anterior por la empresa de un concejal de Urbanismo… ¡Qué barbaridad! Bueno, pues eso cortaba la expansión del parque y decidimos que aquello se iba a dedicar a zona verde. Viene un abogado, Benito Pérez, que en paz descanse, acompañando a una de las hermanas del Altillo y una amiga. Estuvimos charlando, les di café y una torta de Inés Rosales, y dice al final la amiga: los alcaldes rojos no son tan malos como los pintan (Ja, ja, ja…) ¿Sabe qué me dijo la mujer? Que no se tocara la zona verde. Pero luego hubo una trampa, que ustedes no la saben: un jesuita engañó a una de las hermanas y la convenció para hacer un colegio dentro. ¿Quién se opuso? Pacheco, ¿no? Formé una que no es normal. Era un auténtico energúmeno, hasta yo mismo me lo reconozco.
Comprobaron, como le llegaron a llamar años más tarde, que el “diablo” era rojo, ¿no?
Sí señor. Tiene narices. Querían que fuese zona verde, pero luego un jesuíta de El Puerto las convenció para hacer un colegio privado. No veas cuando se enteró Pacheco la que formó...