En lugar de explicar todas sus motivaciones para el parón de cinco días para reflexionar en la comparecencia institucional de la mañana de este lunes, Pedro Sánchez decidió hacerlo en una entrevista en la cadena pública.
De hecho, a la pregunta de la periodista Marta Carazo de por qué eligió una comparecencia sin periodistas, el presidente contestó: "Bueno, estoy aquí, estoy respondiendo a sus preguntas", a lo que Carazo insistió que "el resto de compañeros no han podido hacerlo", y Sánchez se reafirmó diciendo que dará otras entrevistas, pero sin contestar a por qué eligió una comparecencia de ese tipo.
Durante la entrevista en RTVE, el presidente ha hablado de "acoso" y de "campaña de difamación", no solo hacia su persona, sino también a su "entorno familiar", y se ha referido al periodo de cinco días de reflexión como un periodo "gratificante" por los mensajes de apoyo y la "movilización" de la ciudadanía. Ha expresado, además, que considera que "también estaba buscando la respuesta de la ciudadanía, si de verdad compartían conmigo la necesidad de poner fin a esta deriva en la que está el debate público".
Sánchez ha repetido en varias ocasiones a lo largo de la entrevista la expresión "máquina del fango", para referirse a los bulos, la desinformación y la difamación, y ha hablado de ello como un desafío para "fortalecer la calidad de la democracia" del país.
Asimismo, el presidente se ha referido a la denuncia contra su mujer, Begoña Gómez, como "la gota que colma el vaso" tras años de acoso, según ha afirmado. De igual modo, ha reconocido que el miércoles "no estaba dispuesto a dimitir", pero que en esos cinco días ha "meditado mucho la decisión", y no ha negado que después del miércoles sí haya pensado en dimitir. El momento clave para la decisión de continuar en el cargo, según el presidente, fue la madrugada del sábado, tras el Comité Federal del PSOE.
No obstante, Sánchez ha apuntado que su decisión de continuar "con más fuerza", como afirmó en su comparecencia, se debe a la necesidad de luchar contra esa "máquina del fango" a la que se ha referido en reiteradas ocasiones, que lleva a una "deriva peligrosa que deteriora nuestra democracia".
En cuanto a la denuncia contra Begoña Gómez, ha señalado que "confía en la justicia" y en que se archivará, y ha confesado que su mujer fue "la primera" en recomendarle que no dimitiera del cargo de presidente del Gobierno. "Mi pareja ha sufrido acoso desde que fui nombrado secretario general del PSOE en 2014", ha apuntado el presidente.
Sánchez espera, tras escuchar las palabras de Feijóo, que el acoso contra su persona no cese, sino que, por el contrario, "se va a redoblar". Sin embargo, ha señalado también que los cinco días han servido para abrir "un debate necesario", que desde el Gobierno se llevarán a cabo "medidas y acciones para fortalecer la democracia", y que espera que sea un proceso transversal, abierto y que involucre también a los medios de comunicación.
También se ha referido al poder judicial, puesto que esas informaciones falsas "minan la credibilidad" de esta institución.
El presidente se ha mostrado "dispuesto a liderar la regeneración democrática" pero no a monopolizarla, y ha realizado autocrítica respecto a no haber prestado la suficiente atención a este asunto antes, quizás en referencia a las críticas que le han hecho desde las formaciones a la izquierda del PSOE, de no haber actuado ante situaciones de acoso sufridas por otros cargos.
En este sentido, sorprendentemente, ha señalado que, ante estas situaciones de acoso y difamación, no se debe "situar el foco en la víctima, y no en el agresor", una de las frases bandera del movimiento feminista y de la exministra de Igualdad, Irene Montero.