El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comenzado pasadas las nueve de la mañana su comparecencia en el Pleno del Congreso para dar cuenta de la decisión del Gobierno de indultar a los condenados por el proceso independentista catalán, y lo ha hecho reivindicando la concordia y el diálogo, que a su juicio presidieron el pacto constitucional y siguen vigentes. "La concordia no era para una vez, sino que tenía un propósito duradero en el tiempo", ha dicho.
En ese contexto, Sánchez ha salido al paso de las acusaciones por parte de la derecha, que habla de una concesión para un referéndum. "No tengo problema en repetirlo cuantas veces sea necesario. No habrá referéndum de autodeterminación, salvo que quienes lo defienden consigan convencer a las tres quintas partes de esta Cámara para que se modifique la Constitución y se vote. El PSOE nunca jamás aceptará ese tipo de derivada".
En ese sentido ha recordado que "nadie debe renunciar a sus ideales, porque nadie fue condenado por sus ideales, sino por quebrar la ley. En nuestra democracia caben las ideas independentistas, como ha declarado el Constitucional".
Defendiendo la legitimidad de los indultos, insiste en la visión de que "la sociedad catalana es consciente de que estos han sido años estériles. Manifiesta una voluntad de reencuentro, que deben comenzar con pasos decididos, para comenzar no de cero, pero sí de nuevo".
Asimismo, ha recordado: "Cuando el Gobierno de Aznar concedió más de 6.200 indultos, no cuestionaba el trabajo de los jueces, como tampoco lo hizo el Gobierno de Rajoy. Este Gobierno progresista, que irrita a los bancos de la derecha y ultraderecha, es tan legítimo como cualquiera encabezado por afiliados del Partido Popular".
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