El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que cancela su agenda pública unos días para "reflexionar" si debe continuar al frente del Ejecutivo tras las investigaciones a su esposa, Begoña Gómez.
El lunes 29 de abril ofrecerá una rueda de prensa para comunicar la decisión que tome durante estos días. "Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política", asegura en una carta dirigida a la ciudadanía.
"La gravedad de los ataques que estamos recibiendo mi esposa y yo, y la necesidad de dar una respuesta sosegada, me hacen pensar que esta es la mejor vía para expresar mi opinión", apunta sobre la publicación de la carta.
Sánchez toma esta decisión tras conocerse que un Juzgado de Madrid ha abierto diligencias previas contra Begoña Gómez, su mujer, a petición de "una organización ultraderechista llamada Manos Limpias", para investigar unos supuestos delitos de tráfico de influencias y de corrupción en los negocios.
El todavía presidente del Ejecutivo se pensará "si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor". "A pesar de la caricatura que la derecha y la ultraderecha política y mediática han tratado de hacer de mí, nunca he tenido apego al cargo. Sí lo tengo al deber, al compromiso político y al servicio público", ha escrito.
"Esta estrategia de acoso y derribo lleva meses perpetrándose. No me sorprende la sobreactuación del señor Feijóo y del señor Abascal. En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios, junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias", ha asegurado Sánchez.
"Begoña defenderá su honorabilidad y colaborará con la Justicia en todo lo que se la requiera para esclarecer unos hechos, tan escandalosos en apariencia como inexistentes", ha relatado Pedro Sánchez, que es "consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa".
"La pregunta que legítimamente me hago es: ¿merece la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé. Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa", ha recalcado.