"A río revuelto, ganancia de pescadores", dice un refrán popular. No podemos afirmar que el Partido Popular haya conseguido pescar en este río durante el debate sobre igualdad que se ha celebrado este 8M en el Parlamento de Andalucía. De lo que no cabe duda es quelo ha intentado.
El río revuelta no es más que la situación de división que vive el Gobierno de España en la actualidad por las discrepancias con respecto a la Ley del 'sólo sí es sí'. Una ley que ha provocado numerosas revisiones de condenas en condenados por delitos sexuales y que ayer dejó una imagen desoladora para la izquierda en la votación para su reforma.
La soledad de Ione Belarra e Irene Montero en los escaños del Gobierno fue directamente proporcional a la división que la reforma de la ley ha provocado entre la parte morada y la parte socialista del Ejecutivo.
La izquierda andaluza había conseguido en dos ocasiones evitar un debate y una votación sobre la Ley del 'sólo sí es sí' gracias a un resquicio del Reglamento de la Cámara con el que se permite vetar los debates sobre cuestiones que son competencia exclusiva del Gobierno central. Algo que desde el PP han señalado como censura.
No estaba previsto que se colara en el pleno del 8M y oficialmente no lo ha hecho, aunque la parlamentaria del Partido Popular (y candidata a la Alcaldía de San Fernando) María José de Alba Castiñeira ha subido a la tribuna con todo. Más tarde, en su turno de réplica, también se ha sumado la propia consejera Loles López.
Precisamente, las primeras palabras de De Alba después de que el PSOE acabara su turno se han referido a la propia división del Gobierno para hurgar en la herida y ha rechazado que los socialistas puedan hablar de "credibilidad".
A partir de aquí, todo ha ido dedicado a la Ley del 'sólo sí es sí' y sus consecuencias en cuanto a la revisión de algunas penas. En Andalucía se cifra en 140 rebajas y doce excarcelaciones. "¿No lo piensan ustedes?", le ha preguntado la diputada popular a la bancada socialista. "Se favorece a los violadores en vez de a las víctimas. No sé cómo puedo seguir con esta intervención", exclamaba tras decir los datos.
María José de Alba también ha incidido en el cambio de opinión de algunos dirigentes socialistas, muchos de ellos ministros, y en el hecho de que con la ley, "el IAM recibe tres veces más llamadas por el miedo de las víctimas con la situación". En este sentido, también ha arremetido contra el ministerio de Igualdad y las recientes palabras de la Secretaria de Estado sobre los gustos sexuales de las mujeres.
Hasta entonces no había entrado nada referente al Gobierno andaluz en su intervención. Sin embargo, su cierre ha sido para poner en valor a Juanma Moreno y "la cordura de su Gobierno comprometido en materia de igualdad frente al feminismo de salón" después de arremeter contra el ministerio por "dividir al movimiento feminista".
Aunque en su primera intervención Loles López se había ceñido a las políticas llevadas a cabo por la Junta y las previsiones de cara al futuro, lo cierto es que el turno de la diputada socialista Olga Manzano ha terminado por subir el tono del debate. "Nunca pensé que usted, mujer del PSOE, fuese capaz de subir a esa tribuna con esa soberbia a decirme que me tengo que ir".
Durante muchos años, el PSOE ha abanderado la lucha feminista. En esta ocasión, el PP se ha mostrado con claras aspiraciones de intentar romper este binomio. "No hay que ser socialista para ser feminista", ha espetado Loles López antes de acusar a la bancada socialista de haber olvidado "ser mujeres para proteger a Sánchez".
"Seguís soltando criminales y violadores a la calle", ha llegado a afirmar la consejera de Igualdad, quien también ha defendido la postura de su partido en la votación del martes porque, según ella, "no miramos votos, miramos vidas". "Sed libres, que no hay que ser socialista para ser feminista", ha dicho al final de su intervención.
Antes de este cuerpo a cuerpo entre PP y PSOE podíamos decir que el debate estaba siendo constructivo. Tanto Por Andalucía como Adelante Andalucía han enumerado diferentes datos y situaciones diarias que evidencian el machismo actual.
Una de ellas, hasta le ha costado una llamada de atención a Maribel Mora, portavoz de Adelante, por parte de Jesús Aguirre. Mora ha denunciado algunos de los mensajes que recibe por redes como los que le acusan de haber llegado hasta ahí por "chupar pollas". El presidente de la Cámara le ha pedido decoro, a lo que Mora ha contestado recordando que son palabras que ha llegado a decir un político. "Pues muy mal por ese político", ha terminado diciendo Aguirre.
La consejera también ha censurado los insultos que recibe cada mujer en las redes. Aunque ha impugnado los datos que desde la oposición le han trasladado para señalar que el trabajo que se está realizando en la consejería, al menos, es insuficiente.
Mora había sostenido que Mora ha sostenido que "la lucha por la igualdad tiene que ver con una transformación profunda de un sistema radicalmente desigual" para hombres y mujeres, y al hilo ha aludido al "machismo estructural" que "tiene hoy un gran problema, el antifeminismo y el postmachismo", y al respecto ha alertado de que, a medida que el feminismo "ha ido avanzando, ha habido una reacción contraria del postmachismo" que ha llamado a combatir.
Por su parte, Inmaculada Nieto ha ido a los datos. "Alguno será cierto", ha llegado a responder Loles López. "El 73% de las andaluzas trabajan con contratos parciales no deseados; el 54% no cobra más de la mitad del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), un 70% de excedencias para el cuidado de hijos son solicitadas por mujeres", o que "el 42,5% de las mujeres desempleadas en Andalucía sólo tienen Educación Primaria o menos" como formación, recordaba la portavoz de Por Andalucía.
El discurso de Vox
El discurso más 'extraño' posiblemente haya sido el de Vox. La parlamentaria Ana María Ruiz se ha centrado en la "izquierda woke", término que ha repetido en un sinfín de ocasiones, y en la capacidad reproductiva de la mujer. En este sentido ha llegado a afirmar cosas como que "la obsesión por una absoluta igualdad profesional entre los sexos es nociva" o que la sociedad "puede sobrevir con ligeras diferencias salariales entre los hombres y las mujeres" pero no sin la reproducción, en referencia a la brecha salarial que los sindicatos sitúan en Andalucía en 4.000 euros al año. "Una sociedad paritaria no es posible, ni deseable", ha comentado sobre la ley anunciada recientemente por Pedro Sñanchez.