Mientras el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla sigue de vacaciones, aunque a golpe de mensajes en redes sociales (para aparentar que no desaparece del todo), uno de sus estrechos colaboradores, el portavoz del PP andaluz en el Parlamento, José Antonio Nieto, ha decidido preestrenar el curso político, que se prevé incierto ante el runrún del posible adelanto electoral —que todos huelen, pero todos niegan—, reavivando la OPA sobre Ciudadanos, por lo que pueda pasar.
En marzo pasado, Moreno se desmarcó de la dirección nacional de su partido, que abrió la puerta de embarque a destacados dirigentes naranjas como Fran Hervías o Toni Cantó, y rubricó un acuerdo a nivel andaluz que acordaba "no favorecer o aceptar ningún trasvase de representantes públicos o electos de ninguno de los dos partidos del Gobierno”.
Tras la debacle en Cataluña, la crisis de Murcia en marzo pasado (finalmente abortada), la hecatombe en las elecciones de la Comunidad de Madrid, y la moción de censura en Granada, que aupó al poder municipal al PSOE, gracias al exalcalde Luis Salvador y otro edil de la formación naranja (ya expulsados), ya no son solo las encuestas las que marcan la decadencia irrefrenable del que fuera partido de Albert Rivera. Y el PP huele la sangre, también en Andalucía.
En las últimas semanas ha quedado patente de forma evidente, por si había alguna duda, que quien manda real y efectivamente en la Junta es el ala popular, mientras que los liberales, con su cuestionado internamente Juan Marín a la cabeza, prácticamente han quedado de actores secundarios ante lo que dicta fundamentalmente Presidencia, ya sea el propio presidente o, en mayor medida, el superconsejero Elías Bendodo.
Vox manda: un verano donde ha marcado siempre la agenda
Aparte de un verano con Vox marcando la agenda política —la ley del suelo, las auditorías inútiles y el capote in extremis de Unidas Podemos para empezar a tramitar la creación de la macroagencia pública Trade, la rectificación exprés (luego derribada en los tribunales) para pedir pasaporte covid para acceder a los locales de ocio nocturno...—, la anécdota del ‘bombero torero’ ha sido la guinda del esperpento de un Gobierno apenas sujetado por su propaganda.
Ese lance también lo ha ganado indirectamente Vox. Ahí se ha impuesto el criterio de Presidencia a la hora de permitir estos espectáculos cómicos pese al rechazo de la Consejería de Igualdad, en manos de la progresista Rocío Ruiz (Cs). Los desencuentros, de puertas para dentro, son cada vez más frecuentes. La desesperación de Cs ante un futuro electoral nada halagüeño no le permite alzar demasiado la voz y su posición cada vez es más sumisa, pero en cambio hay quien habla ya de una grieta importante en las relaciones, sobre todo por la tendencia del PP a inclinarse cada vez más hacia su verdadero socio potencial en el Gobierno de Andalucía, los populistas de derechas. No obstante, la subida que reflejan las encuestas para Vox tampoco agradan demasiado a los populares andaluces, que no verían con malos ojos engordar sus posibilidades electorales arrimando efectivos gracias a que el partido de Arrimadas, quiera que no, tiene una buena implantación territorial en la comunidad.
"Mi partido estaría encantado de reforzar el proyecto con personas procedentes de Ciudadanos"
“Mi partido estaría encantado de reforzar el proyecto con personas procedentes de Ciudadanos que consideraran en un momento determinado que no cuentan con una plataforma política en la que poder desarrollar su trabajo”, aseguraba José Antonio Nieto en una entrevista este pasado domingo en Europa Press. Después de la invitación, el paño caliente. Nieto confiaba, no obstante, en que Cs sea capaz de "reordenar su discurso" y de conectar otra vez con los electores en Andalucía y en España, pero "si no es así y en su momento esas personas que han demostrado su capacidad y su compromiso en el trabajo que han hecho formando parte de Cs no tuviesen una plataforma política en la que poder trabajar, lo podrían hacer en el PP", donde "estaríamos encantados de que reforzaran nuestro proyecto con su participación”.
El líder andaluz de los naranjas, Juan Marín, ha dicho por activa y por pasiva que Cs tiene cuerda para rato en Andalucía, pese a las malas perspectivas electorales, las cuales apuntan una y otra vez a una presencia residual en la Cámara autonómica. "Que tengan cuidado porque a lo mejor hay cargos del PP que acaban en Cs", llegó a decir Marín, de forma bravucona, hace unos meses, cuando desde Génova se dio orden de capturar naranjas como quien recolecta pokémons. Esta circunstancia es la que el PP, ahora desde Andalucía, ya ha empezado públicamente a aprovechar para reactivar una OPA que empezó en marzo y se frenó de Despeñaperros para abajo porque Moreno no quería leña en el fuego que incendiaba políticamente medio país.
Nieto, en la misma entrevista, ha considerado que de cara a una próxima legislatura, se podría "repetir perfectamente la fórmula" del actual Gobierno andaluz porque se ha demostrado que un Ejecutivo de centro derecha para Andalucía es "muy beneficioso para nuestra tierra y para el conjunto de los andaluces”. "Esta fórmula se tiene que repetir con la dimensión que nos digan los andaluces", según ha manifestado. ¿Qué dimensión tendrá Cs, si es que llega a iniciar esa carrera, en esa hipotética ecuación?