El Ayuntamiento de Jerez ha celebrado en la tarde de este miércoles, en apenas 20 minutos, un pleno extraordinario con un único punto en el orden del día: acuerdo conseguido para la investidura del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno. Básicamente, el grupo PP, que sustenta al gobierno municipal, y el grupo Vox han expresado un voto de repulsa al acuerdo que Pedro Sánchez ha cerrado con los independentistas catalanes para mantenerse al frente del Ejecutivo.
Una votación que se ha producido sin debate y sin la presencia del resto de grupos de la oposición, PSOE y La Confluencia. Ambas formaciones anunciaron en la mañana de este mismo miércoles que no acudirían a lo que han calificado el "circo" del PP. Un "circo de la demagogia, del populismo, de la crispación y del enfrentamiento" que, según han cuantificado, "costará unos 5.000 euros a los jerezanos". Es el equivalente a abonar las horas extra a los empleados municipales (técnicos, Onda Jerez, Policía Local...) que han tenido que desplegarse para facilitar la insólita sesión.
Y es que a menos de 48 horas de la sesión ordinaria de pleno de noviembre no parecía tener mucho sentido celebrar un pleno extraordinario con un asunto que bien podía haberse incluido en el orden del día de este viernes. No tendría mucho sentido si no fuera porque la política nacional ha conseguido, por unos y por otros, pervertir los máximos órganos de representación política de los municipios.
La idea era desmarcar este asunto y que tuviera entidad propia al margen de los asuntos ordinarios del pleno del viernes, que le habrían hecho perder relevancia entre el resto de puntos de la sesión. La jugada, en todo caso, no ha parecido plato de buen gusto para la alcaldesa, María José García-Pelayo, que se ha empeñado desde el minuto 1 del mandato, aprovechando el manos libres de la mayoría absoluta, en trazar un relato de gestión menos ideológica y más práctica y transversal, muy al estilo del conservadurismo de base ancha que practica Juanma Moreno al frente de la Junta andaluza.
"Quizás con tanta acumulación de cargos confunde los espacios"
"La señora Pelayo utiliza el pleno para cuestionar a un presidente elegido democráticamente; que lo haga desde su partido, pero no desde el pleno del Ayuntamiento, desde el pleno en el que está representando todos lo jerezanos". El portavoz municipal del PSOE, José Antonio Díaz, y los portavoces de La Confluencia, Raúl Ruiz-Berdejo (IU) y Kika González (Ganemos Jerez), han comparecido este miércoles por la mañana en rueda de prensa conjunta para explicar las razones que han propiciado la ausencia de ambos grupos del pleno extraordinario que ha tenido lugar horas más tarde.
"Quizás con tanta acumulación de cargos, alcaldesa, senadora y presidenta de la FEMP, confunde los espacios, pero en el pleno representa a todos los jerezanos", ha insistido Díaz. Y ha agregado: "Si Pelayo intenta dividir y romper el pleno, nosotros apostamos por la convivencia. El pleno en Jerez no tiene que opinar de un gobierno constituido legítimamente votado por una mayoría absoluta de 179 votos". Por su parte, Ruiz-Berdejo ha mantenido que "cuando quieran abordar los problemas de esta ciudad, los problemas que de verdad duelen y afectan a los jerezanos y las jerezanas, que nos llamen. "Que convoque un pleno extraordinario para que abordemos la necesidad de sacar adelante proyectos que nos permitan cambiar el modelo productivo, generar empleo y acabar con la pobreza en Jerez", ha pedido.
Sin embargo, la orden de Feijóo de activar toda la maquinaria del partido desde lo local hasta Génova para denunciar las concesiones del PSOE de Pedro Sánchez al separatismo ha desembocado en esta sesión un tanto rocambolesca y forzada en la que el PP de Pelayo ha obtenido esa imagen de la que quería huir: ir de la mano de Vox.
De hecho, tras llamar "cobardes" a los miembros de PSOE y La Confluencia por el plantón, "no a esta alcaldesa o a este pleno, sino a los demócratas", Pelayo sí ha querido especificar, en alusión a las sucesivas protestas que la órbita de Vox mantiene especialmente ante la sede federal del PSOE, que "no queremos exaltados". "Respetaremos la convivencia, condenamos cualquier tipo de violencia venga de quien venga", ha incidido.
El portavoz de Vox, Antonio Fernández, ha reiterado las archisabidas consignas y argumentarios de sus mayores en relación a un acuerdo de investidura que ha calificado de "vergüenza nacional, golpe de estado en toda regla y corrupción". En todo caso, sobre la asuencia de los miembros de PSOE y La Confluencia en el pleno, ha dicho: "Yo también estaría avergonzado si formara parte de los que han cometido el mayor asalto y el mayor atraco a la democracia, al estado de derecho, a la Constitución, en la historia de toda la democracia; es un acuerdo regresista y antidemocrático, pone el poder de las instituciones al servicio del poder político y el poder político al servicio de los separatistas y fascistas a cambio de mantener a Pedro Sánchez en la Moncloa, que piensa que es de su propiedad".
Sin réplica, sin contraposición ideológica en el pleno, Pelayo ha convenido que "no tiene sentido alarganos en esta cuestión". Y ha vuelto a poner el énfasis en que "no venir a este pleno a dar la cara, a defender unos pactos del PSOE y a que quien mande en la Moncloa sea Puigdemont, premiando con 100.000 millones a Cataluña con el castigo para el resto de nuestro país, es un ejercicio de cobardía política. El PSOE se ha callado, rendirán cuentas no sé dónde, recibiré insultos del PSOE, pero no me preocupa, prefiero defender la Constitución". "Es cuestión de valores y de que no podemos permitir una justicia paralela", ha ultimado antes de levantar la sesión.