Si algo ha marcado el tradicional mensaje de Nochebuena que este año ha pronunciado Felipe VI ha sido la palabra 'Constitución'. El jefe de Estado se ha olvidado de cualquier otra cuestión para recordar a unos y otros, mencionando la Carta Magna hasta en 18 ocasiones, cuál es el marco legal del país. Un hecho que cobra aún más relevancia en los momentos actuales de la política española. Posiblemente haya sido el discurso más político del monarca en el último lustro.
Las reacciones no han tardado en llegar y una de las primeras ha sido de Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía. Como es habitual, el líder del PP andaluz ha respaldado a Felipe VI en cada una de sus afirmaciones. "Orgulloso del Rey Felipe. Comparto la reivindicación de la Constitución que ha hecho en su décimo Mensaje de Navidad. Siempre se podrá contar con Andalucía para que la discordia no se instale entre nosotros. A España la hacemos todos".
El rey ha reconocido que aunque hay otros temas que preocupan a los españoles, entre los que ha citado "la inaceptable violencia contra la mujer" o el acceso a la vivienda para los jóvenes y no ha mencionado otros como la guerra en Ucrania o el actual conflicto en Oriente Próximo, su deseo era hablar sobre la Constitución y España, porque "tienen mucho que ver con el desarrollo de nuestra vida colectiva".
"Fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles; no hay libertades sino imposición; no hay ley, sino arbitrariedad", ha sostenido tajante el Rey, en pleno debate en torno a la ley de amnistía presentada por el Gobierno a cambio del respaldo de los independentistas catalanes a la investidura de Pedro Sánchez, pero sin mencionar esta cuestión en ningún momento en su discurso.
"Fuera de la Constitución no hay una España en paz y libertad", ha alertado, defendiendo que es precisamente la Carta Magna la que permite a los españoles "expresarse libremente, recibir una educación, tener un empleo, o protegerse de la enfermedad". También es garantía, ha dicho, "para que la vida de los españoles pueda seguir discurriendo con confianza, con estabilidad, con certidumbre".
Pero, ha añadido Felipe VI, "para que la Constitución desarrolle plenamente su cometido no solo se requiere que la respetemos, sino también que conservemos su identidad, lo que la define, lo que significa" así como "su razón de ser como pacto colectivo de todos", y también que "preservemos su integridad como lugar de reconocimiento mutuo, de aceptación y encuentro" entre todos los españoles.
En un momento en el que su papel ha sido puesto en cuestión durante el proceso de formación de Gobierno y en el que también parece estar en el punto de mira el poder judicial, el Rey ha dejado claro que para hacer frente al futuro "todas las instituciones del Estado", incluida la Corona, tienen el "deber" de actuar "con la mayor responsabilidad y procurar siempre los intereses generales de todos los españoles con lealtad a la Constitución".
"Cada institución, empezando por el Rey, debe situarse en el lugar que constitucionalmente le corresponde, ejercer las funciones que le estén atribuidas y cumplir con las obligaciones y deberes que la Constitución le señala", ha recalcado el monarca.