La setencia del Tribunal Constitucional sobre la expulsión de los diputados afines a Teresa Rodríguez en 2020 del grupo de Adelante Andalucía sigue resonando en el Parlamento. La decisión ha sido un duro golpe a la Cámara andaluza como institución a pesar de que los letrados advirtieron hace tres años de que se podrían estar vulnerando derechos fundamentales.
El Constitucional ha dictaminado que, efectivamente, estos derechos se vulneraron. Sin embargo, la resolución ha llegado tres años después, cuando aquella coalición está completamente rota y sin punto de retorno. De hecho, Teresa Rodríguez no sigue en política, aunque este jueves ha vuelto al Parlamento.
Allí ha sido muy dura con la Mesa que la expulsó tanto a ella como a sus compañeros, y con Inmaculada Nieto, la portavoz que presentó un escrito para que todo eso se produjese. Rodríguez ha anunciado que su partido va a "estudiar la forma de denunciar por prevaricación a los miembros de la Mesa del Parlamento", cuya presidenta era Marta Bosquet, de Ciudadanos. Precisamente, el beneplácito de la formación naranja llegó para evitar una marcha masiva de sus cargos al PP.
Teresa Rodríguez ha insistido en criticar lo que considera "una operación de régimen a varias bandas", que incluía "la modificación lamentable del Pacto Antitransfugismo para hacernos un traje a medida" a los representantes de Adelante; "la modificación del Reglamento del Parlamento" en virtud de dicho pacto, y "la toma de decisiones que estaban fuera de cualquier tipo de legislación vigente y que conculcaba derechos fundamentales de los diputados expulsados y, digo más, de los votantes de los diputados" andaluces.
La portavoz de Adelante ha justificado su intención de denunciar por "prevaricación" a los miembros de la Mesa del Parlamento porque dicho delito "se comete cuando se conoce la ilegalidad de una acción", y en el momento en que se validó el paso a la condición de no adscritos de ella y otros ocho diputados "hubo informes jurídicos muy claros que ya advertían de la ilegalidad del procedimiento", por lo que "hay indicios claros de un delito de prevaricación por parte de quienes en aquel momento tomaron aquella decisión", según ha aseverado.
La propia líder de Adelante ha sido también muy dura con Inmaculada Niet y ha insistido en reclamar su "dimisión inmediata" añadiendo que "este tipo de prácticas estalinistas tan habituales en determinada cultura política de izquierda le pasó una factura mucho más cara" al espacio político de la diputada de IU "que a nosotros", en referencia a Adelante Andalucía, un partido desde donde "vamos a dar la batalla hasta el final para construir una fuerza política andalucista", según ha enfatizado.