Luis Rubiales vuelve a estar en el punto de mira. La operación de la Unidad Central Operativa (UCO) por posible corrupción en la Real Federación Española de Fútbol deja por ahora cinco detenidos en Madrid y dos en Granada. Las autoridades, además de registrar la sede de la RFEF, pidieron documentación al Ayuntamiento de Sevilla y a la Junta de Andalucía por los convenios firmados para las obras de La Cartuja.
Para estas obras, el Gobierno andaluz dio una subvención de cinco millones a la sociedad que gestiona el propio estadio olímpico de la capital hispalense. Dicha sociedad, llamada Estadio de La Cartuja de Sevilla S.A. tiene como accionista mayoritario a la propia Junta de Andalucía, aunque también participan otras administraciones como el Gobierno, el Ayuntamiento o la Diputación.
La Junta de Andalucía ha rechazado tener responsabilidad en dichos contratos y ha asegurado que el Ejecutivo facilitó toda la información a la Guardia Civil. Arturo Bernal aseguró hace unos días que la Junta sólo había asesorado técnicamente a la RFEF y que no participó en la adjudicación de los contratos de obras, ya que La Cartuja tiene su propio perfil del contratante. En cualquier caso, lo que sí se conoce es que los cinco millones de subvención que otorgó la Consejería de Educación y Deporte que dirigía Javier Imbroda estaban destinados a financiar comedores de educación infantil. Por otra parte, el convenio sobre La Cartuja firmado entre RFEF y Junta de Andalucía sigue sin conocerse después de que Rubiales recurriera a los tribunales una resolución del Consejo de Transparencia y Protección de Datos de Andalucía.
La relación entre la RFEF y la Junta, más allá del contrato de La Cartuja
Luis Rubiales llegó a la RFEF en 2018 y una de sus primeras decisiones fue convertir La Cartuja en la sede de la propia Federación. Fue una completa sorpresa porque el estadio sevillano se encontraba en una situación de inactividad y prácticamente de abandono. Además, tiene varios hándicaps. El recinto se encuentra en una zona de Sevilla con pocos accesos y difícil aparcamiento. Por otro lado, cuenta con pista de atletismo, algo que no ayuda al espectáculo futbolístico. Menos aún en una ciudad con dos estadios como el Benito Villamarín y el Ramón Sánchez Pizjuán.
Desde 2019, año en el que Juanma Moreno llegó a la presidencia de la Junta de Andalucía, la relación de la RFEF y el Gobierno andaluz se ha estrechado hasta el punto de que la Federación ha logrado casi 10 millones de euros en contratos de patrocinios a dedo otorgados por la administración andaluza. Esos contratos incluyen las famosas finales de Copa del Rey en La Cartuja, pero también otros eventos en otras ciudades de Andalucía como la Copa de la Reina de fútbol sala o partidos de las selecciones sub 19.
La política de la Junta en el ámbito deportivo no es muy diferente a la que ha llevado a cabo en el ámbito cultural. Algo que queda aún más claro en la presente legislatura con el nombre adoptado por la Consejería. El Gobierno andaluz busca la organización de grandes eventos deportivos para intentar atraer al turismo. De ahí a que sea Arturo Bernal el que gestione Turismo, Cultura y Deporte. El proyecto piloto fue con la celebración de la Eurocopa 2020 tras caerse San Mamés de las sedes oficiales.
En concreto hay dos grandes convenios que han protagonizado el grueso de estos acuerdos. Uno de ellos está íntimamente relacionado con el Estadio de la Cartuja. En 2021 se firmó un acuerdo en el que la RFEF se comprometía a celebrar las finales de la Copa del Rey de 2020, 2021, 2022 y 2023 en el estadio sevillano. A cambio, la Junta de Andalucía otorgaba por cada una de ellas 1.200.000 euros en concepto de patrocinio del evento. A estos encuentros hay que añadirles el de 2024, ya fuera del convenio. En esta ocasión, la Junta abonará 600.000 euros por el partido que enfrenta a Athletic y Real Mallorca. Esta final, además, será la primera sin Rubiales al frente de la RFEF.
El otro gran acuerdo se firmó en diciembre de 2020 y en él la RFEF se comprometía a celebrar entre 2021 y 2024 un total de 24 partidos de las selecciones españolas de fútbol absolutas masculina, femenina y sub-21 en territorio andaluz. De ahí que recientemente Sevilla haya albergado la Final Four de la Nations League femenina. La Federación ha ingresado por estos 24 partidos un total de tres millones de euros.
Sin embargo, la relación entre Rubiales y la Junta de Andalucía no se limita únicamente a la selección española de fútbol. Entre las licitaciones de la administración andaluza se pueden encontrar hasta otros 15 contratos adjudicados a la RFEF para diferentes partidos y competiciones. Estos, no obstante, son de cuantías inferiores. Todos por debajo de los 400.000 euros.
El primero de ellos fue para la Copa de España de fútbol sala celebrada en Málaga en 2020. Ese mismo año hubo otro contrato de 50.000 euros para un partido femenino entre España y República Checa y otro de 200.000 para el encuentro masculino entre España y Alemania que se disputó en La Cartuja. La Final Four de la Copa del Rey y de la Reina de fútbol sala que se jugó en Málaga contó con otros 45.000 euros.
En 2021, la Junta otorgó 100.000 euros a la RFEF para la Supercopa de Fútbol femenina. Por su parte, el Gobierno andaluz pagó otros 50.000 euros por la Copa de la Reina de ese mismo año. El encuentro entre España y Grecia que se jugó en Granada en 2021 costó otros 100.000 euros para la Junta en concepto de patrocinio. La lista sigue con un cuadrangular internacional de fútbol sala en Jaén (200.000), la Supercopa masculina y femenina de fútbol sala en Cádiz (15.000), la Copa del Rey de fútbol sala en Jaén (45.000), el Campeonato de Europa de fútbol sala sub-19 celebrado también en Jaén 330.000 euros, el España-Chipre jugado en Granada (62.000), la Copa del Rey de fútbol sala en Granada (100.000), la Supercopa de fútbol sala en Jaén (100.000) y la Supercopa de fútbol sala femenina en Málaga (15.000).
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