A las nueve y media de la mañana de este jueves, una aeronave comercial procedente del aeropuerto de Tenerife Norte se ha estrellado a su llegada al de Jerez. De los 57 pasajeros que transportaba en su interior —además de piloto, copiloto y dos azafatas—, 37 personas han fallecido —incluyendo al copiloto y una azafata—, hay 12 heridos leves, seis muy graves, cinco graves y un desaparecido.
Una bandada de cigüeñas ha provocado la parada de ambos motores de la aeronave, que se ha incendiado con 5.300 kilos de combustible en su interior, además de producirse la rotura del fuselaje y el desprendimiento de un ala. Rápidamente, se ha puesto en marcha el Plan Territorial de Emergencias de Andalucía (PTEAnd), en situación 1 (emergencia provincial), así como el Plan de Emergencia del Aeropuerto de Jerez en su fase de emergencia general aeronáutica.
Afortunadamente, no es un caso real, sino un simulacro realizado en el Aeropuerto de Jerez, en el que han participado 125 personas, entre figurantes y personal de emergencias, entre miembros de Emergencias 112 Andalucía, el grupo de Emergencias de Andalucía y Protección Civil; del Centro de Emergencias Sanitarias 061; Cruz Roja; Guardia Civil; Policía Nacional, Policía Adscrita a la Junta; Policía Local; bomberos del Consorcio Provincial de Cádiz; el Grupo de Intervención Psicológica en Intervención y Desastres (Giped), además de médicos forenses del Instituto de Medicina Legal y los servicios propios del aeropuerto.
“Ponernos a prueba nos permite engrasar la maquinaria de respuesta, detectar incidencias y destacar puntos fuertes, al tiempo que mejora la coordinación, los simulacros son un aspecto fundamental de la planificación de emergencias”, ha dicho Ana Mestre, delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, durante una breve intervención ante los medios de comunicación convocados al simulacro.
En la hora aproximada que dura la presencia de los medios en el Aeropuerto —para lo que hay que acreditarse previamente— apenas da tiempo a escuchar unas breves declaraciones de Mestre, para verla atender a una llamada en la que la avisan del accidente —contemplado en el simulacro— y para ver desde las pantallas de la conocida como sala de crisis cómo se estaba desarrollando la simulación a pie de pista, a la que no se pudo acceder. Eso con suerte, porque a la sala de crisis solo pudieron entrar los fotógrafos y cámaras de televisión, pero no los redactores, por falta de espacio.
“Sabemos que las emergencias no se pueden prever pero sí que tenemos que estar lo mejor preparados posible en el caso de que se produzcan y, para ello, es esencial la coordinación de los distintos operativos con el objetivo de ofrecer una respuesta eficaz y adecuada en caso de un siniestro real”, abunda Mestre, quien en un caso real tomaría la dirección del plan de emergencias. La delegada provincial de Salud, Isabel Paredes, y el jefe servicio de Protección Civil y director del 112 en la provincia de Cádiz, Miguel Ángel Rodríguez, la acompañaron al PMA, el Puesto de Mando Avanzado montado a pie de pista, al que los medios convocados no pudieron tomar fotografías ni grabar en vídeo.
El Aeropuerto de Jerez, como ejercicio dentro del simulacro, ha constituido un centro de atención a víctimas y familiares junto a otra de pasajeros ilesos, y ha ensayado las actuaciones de una persona de contacto con ellos, denominada PECO, como se recoge en la normativa de accidentes aéreos. Un ejercicio que no se ha podido contar con más detalles por las restricciones impuestas a los periodistas presentes, que han estado una hora en la terminal de salidas del aeródromo jerezano para unas breves declaraciones y unas fotos en una pequeña sala.