El socialista Paco Cuenca, de la lista más votada en las pasadas municipales de Granada, ha sido elegido de nuevo alcalde tras obtener 15 votos frente a los 12 del popular Francisco Fuentes.
Así, los intentos de PP, Cs y Vox no han dado sus frutos (hablaban de tener ya atados 13 apoyos) y tras dos años ha sido el propio exalcalde Luis Salvador el que le ha dado la alcaldía con su voto.
La ruptura de Luis Salvador con la dirección nacional de Ciudadanos se ha hecho más que evidente en los últimos días. Si bien el entorno de Arrimadas proponía que fuera el último leal, José Antonio Huertas, el que mantuviera el bastón de mando, al final han apoyado a Fuentes los otros dos concejales díscolos que dejaron en dos el gobierno municipal.
Todo el problema se inicia con el pacto entre Cs y PP. En las direcciones de Madrid se negoció una cosa y en la entrada al pleno de investidura, otra. Las direcciones hablaron de un pacto por 4 años en favor de Cs, mientras que los dos responsables locales de un 2+2 de alternancia en la Alcaldía. Cuando se acercó el momento de cumplir ese segundo pacto, el candidato popular, Sebastián Pérez, acabó rompiendo con su propio partido y manteniendo el acta queriendo desalojar a Salvador, asegurando que hasta se planteaba apoyar él mismo en una moción de censura a Cuenca.
Sin embargo, la presión de las direcciones propició que el experimento de Salvador de dividirse todo el gobierno municipal con Huertas, un inasumible gobierno de dos personas, explotó finalmente con la dimisión hace una semana de Salvador, anunciando éste que quería que fuera Cuenca, de la lista más votada, el alcalde, y no nadie de entre los concejales que se habían marchado de su gobierno, esto es, que no fuera nadie del PP ni de Cs. Vox y otros no adscritos ya anunciaron su apoyo al candidato popular Francisco Fuentes, pero ha quedado en nada: 12 apoyos frente a los 15 de Cuenca, que también amarró el apoyo de Adelante.
La incógnita el gobierno municipal
Con la presencia de Juan Espadas, máximo dirigente en la práctica ya del PSOE-A, Cuenca toma un bastón de mando que ha sido menos fácil de lo que parece. El ministro José Luis Ábalos, fontanero del PSOE, estuvo en Granada para que todo saliera como planeaban. Y Luis Salvador ha abierto una posibilidad: su entrada en el gobierno municipal en calidad de delegado de algún área o teniente de alcalde. De ser así, se asegurará dos años de estabilidad Granada y también de presencia el propio Salvador, que quedaba colgado en Cs. El exsenador socialista es una incógnita pero parece que se adaptará y que llevará algo pactado que aún no es público.