Andalucía ha perdido peso en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Es un hecho. Si la anterior legislatura comenzaba con María Jesús Montero, Luis Planas, Carmen Calvo, Juan Carlos Campo y Alberto Garzón y terminaba con tan sólo tres de ellos (Montero, Planas y Garzón), este nuevo mandato comienza con aún menos representación andaluza. De los 22 ministerio, tan sólo María Jesús Montero y Luis Planas son andaluces, aunque este último nació en Valencia.
Sin embargo, esta reducción de cifra no es sólo llamativa en comparación con la pasada legislatura, sino también en la historia de la democracia española. Desde 1978, tan sólo el primer Gobierno de Aznar tuvo menos representación de Andalucía. La legislatura de 1996 arrancó con Javier Arenas como único miembro andaluz. En 1999 sería sustituido por otro, Manuel Pimentel, para centrarse en el liderazgo del PP en Andalucía. En el segundo mandato, Aznar comenzó la legislatura con Montoro y Celia Villabos. La salida de esta última se compensaría con el regreso de Arenas.
A partir de ahí, únicamente encontramos otras dos legislaturas con una representación de Andalucía como la actual. Aunque también el número de ministerios era menor que el que tendrá el Gobierno de Pedro Sánchez. José Luis Rodríguez Zapatero comenzó su andadura al frente del Ejecutivo con Carmen Calvo y Magdalena Álvarez sentadas en el Consejo de Ministros. También estaría José Montilla, nacido en Córdoba pero con trayectoria en Cataluña. La segunda legislatura de Zapatero también comenzó con tan sólo dos andaluzas, pero a lo largo del mandato hubo hasta seis ministros andaluces en su equipo, contando a Manuel Chaves. Mariano Rajoy también se estrenaría sólo con el jiennense Cristobal Montoro y la onubense Fátima Báñez.
El último mandato de Felipe González tampoco tuvo una gran presencia de Andalucía, tan sólo dos andaluces, él entre ellos, más José Antonio Griñán, nacido en Madrid pero instalado en Sevilla desde su adolescencia. En su primer Ejecutivo, González estuvo acompañado por Alfonso Guerra y Barrionuevo, aunque tres años más tarde daría entrada a Rosa Conde y al propio Manuel Chaves. En la siguiente, aunque hubo entradas y salida, el número de andaluces nunca bajó de tres.
Rajoy aumentó la presencia de los andaluces en su segundo mandato al incorporar al sevillano Juan Ignacio Zoido y al jerezano Alfonso Dastis. Por su parte, Pedro Sánchez, tras la moción de censura que acabó con el Gobierno de Rajoy, nombró a cuatro andaluces para el año de transición: Planas, Montero, Calvo y José Guirao. Por su parte, Aldolfo Suárez, inicio la primera legislatura tras la aprobación de la Constitución con cuatro andaluces: José Luis Leal al frente de Economía, Manuel Clavero Arévalo en Cultura, Antonio Fontán en Administración Territorial y José Pedro Pérez-Llorca en Presidencia, aunque cambiaría a lo largo de la legislatura.
El sindicato UGT-A ya se ha pronunciado al respecto considerando que el Gobierno debería tener más presencia de andaluces. La organización celebra los nombramientos de María Jesús Montero y Luis Plamas, pero lamenta la pérdida de cuota con respecto a la anterior legislatura al ser la comunidad más poblada y tercera en PIB. "Aún así lo que más interesa a las andaluzas y andaluces es que el nuevo Ejecutivo se ponga a trabajar cuanto antes, porque hay muchas medidas de reactivación económica y social que llevan paradas demasiado tiempo".