La cárcel de Sevilla se ha convertido en los últimos días en un lugar habitual para la prensa. En apenas unas horas, varios ex altos cargos de la Junta de Andalucía han abandonado la prisión después de que el Tribunal Constitucional haya anulado las condenas por malversación. En concreto, la ex consejera de Hacienda Carmen Martínez Aguayo, el ex consejero de Innovación Francisco Vallejo y el ex director del IFA/IDEA Miguel Ángel Serrano Aguilar ya son libres.
El último en abandonar la cárcel ha sido Francisco Vallejo, quien recibió la resolución del Constitucional el miércoles a medio día. Tan solo unas horas después aparecía por la puerta del centro penitenciario en el que cumplía su condena. "Es un escándalo que nos hayamos comido un año y medio de cárcel sin justificación y sin ni una sola prueba", señaló tras su salida.
Su abogada defensora, Encarnación Molino, ha celebrado que el Constitucional haya "acogido la tesis defendida todos estos años" por la representación de este ex alto cargo de la Junta de Andalucía. "Este procedimiento nunca debió llegar tan lejos porque los órganos judiciales no pueden juzgar actos políticos y en este caso, se trataba de anteproyectos y proyectos de ley que habían sido aprobados por el Parlamento de Andalucía".
Un día antes, Miguel Ángel Serrano se había convertido en el primer ex alto cargo que abandonó la prisión tras la decisión del TC. La ex consejera de Hacienda Carmen Martínez Aguayo también tiene ya la libertad, aunque a ella ya le había sido concedido el tercer grado, por lo que sólo tenía que acudir al centro penitenciario para dormir.
Los próximos en ver como cambia sus vidas pueden ser Antonio Fernández, ex consejero de Empleo y José María Rodríguez Román, ex viceconsejero de Innovación. El TC ya ha perdonado parte de la malversación al primero y ahora la Audiencia de Sevilla tendrá que dictar una nueva sentencia. A diferencia de otros ex altos cargos, el TC ha rechazado que se hayan lesionado sus derechos a la presunción de inocencia y a la tutela judicial efectiva.
Román, por su parte, ha visto estimado parte de su discurso y la Audiencia de Sevilla también tendrá que dictar una nueva sentencia. El Constitucional ha concluido que le aplicaron mal la prevaricación y vulneraron su derecho a la presunción de inocencia al condenarle por malversación sin precisar los hechos que se le atribuyen específicamente a él.