Juanma Moreno es andalucista. O eso dice. También lo es el Partido Popular de Andalucía. En las elecciones del pasado 19 de junio, tras conocerse la mayoría absoluta, la calle San Fernando de Sevilla era una multitud de gente con banderas blanquiverdes. También había de España, aunque en menor proporción. Cuando Moreno bajó a la calle a celebrar, lo hizo con la andaluza. Algo de lo que presume y que, desde luego, es novedad en la derecha de la comunidad.
A nadie le pudo pillar por sorpresa ya que el presidente de la Junta de Andalucía había dedicado toda una legislatura a fabricar o mostrar su perfil andalucista, una palabra que hasta el momento únicamente usaban los sectores de la izquierda. Para que no se le confundiera, desde el PP idearon apellidos como eso de "andalucismo moderno" y también nuevos símbolos y referentes, como Manuel Clavero Arévalo, seguramente el político más conservador de los que participó en el proceso autonomista. Hasta ahora, los referentes se quedaban en Rafael Escuredo para el PSOE y en Blas Infante para la izquierda. Este último también ha sido abrazado por el actual presidente de la Junta que ya, incluso, se postra ante su busto en el Parlamento.
El viaje completo se produjo este martes, aunque ya estaba planificado con anterioridad. El Consejo de Gobierno oficializó el día 4 de diciembre como el Día de la Bandera de Andalucía en homenaje a las jornadas masivas de manifestaciones de 1977. Aquel día fue asesinado Manuel José García Caparrós, aunque en la exposición del día no hubo referencias. El 4 de diciembre tan sólo era reivindicado por la izquierda e, incluso, había sectores que pedían (y piden) que sea el día de la comunidad. Muchos lo reivindican como Día Nacional de Andalucía.
Moreno asumió el compromiso con el histórico líder andalucista Alejandro Rojas Marcos. Sin embargo, se trata de una fecha a la que hasta ahora, el Partido Popular no prestaba mucha cuenta (hay que decir que el PSOE tampoco) y que parte de la derecha directamente rechazaba. Las menciones de los populares a este día son escasas en la última década e intermitente. La propia hemeroteca así lo refleja. Juan Ignacio Zoido lo celebró alguna vez como alcalde de Sevilla junto a descendientes de Blas Infante, pero sin demasiada continuidad.
El propio Moreno, que ya llevaba años en el Parlamento y más aún en la política, tiene su primera mención sobre la fecha en su cuenta de Twitter, lugar que utilizan los políticos para efemérides relevantes en el plano de la comunicación, en 2017. Justo un año antes de las elecciones que lo llevaron al poder. En aquel año los populares empezaron a movilizarse y desplegar banderas. Visto con el tiempo parecía hasta una especie de ensayo. Moreno encabezó una movilización en Málaga con una blanquiverde gigante. Elías Bendodo, quien fuera su mano derecha, también la colgó del balcón de la Diputación en homenaje a 1977.
Todo se quedó en eso, algo concreto. Al año siguiente, con los resultados de las urnas recien conocidos, Moreno no hizo mención al 4D. El Partido Popular, tampoco. Sólo se hablaba de cambio. Anteriormente, en 2015, el día se dedicó a hacer campaña por Rajoy. No hubo presencia de una fecha tan significativa. A pesar de lo que en 2017 hizo Bendodo en la Diputación, ese mismo año el Partido Popular malagueño votaría en contra de poner el nombre de '4 de diciembre' a un espacio, infraestructura o inmueble propiedad de la institución provincial y de realizar actos de conmemoración con motivo del 4 de diciembre y en recuerdo de Manuel José García Caparrós.
El propio Juanma Moreno se olvida de la fecha en 2019, cuando ya llevaba un año en el poder, aunque sí la recupera en sus discursos durante 2020 y 2021 en lo que parece la consolidación de una idea que con la declaración oficial se mantendrá en el tiempo. No obstante, ya hubo una votación recientemente en el Parlamento de Andalucía para darle carácter relevante a esta jornada. Fue en 2020, justo antes de la pandemia, a propuesta de Adelante Andalucía. Se trataba de un proyecto de ley para proclamarlo día histórico de la reivindicación popular "del legítimo derecho de Andalucía al autogobierno". Recientemente, en el Parlamento, a pregunta de Teresa Rodríguez, Moreno justificó haber rechazado esta iniciativa afirmando que le proyecto de ley no era la forma jurídica más acertada. La propuesta contó con el rechazo de la derecha y la abstención del PSOE.
En aquel momento, el Gobierno de la Junta de Andalucía respondió a Teresa Rodríguez y el grupo de Adelante (que también comprendía a IU) que "no cabe ni histórica ni legalmente la celebración de otra fecha conmemorativa de la comunidad autónoma distinta de la del 28F". El dictamen del Gobierno en aquel momento también hacía referencia a la forma jurídica, todo sea dicho.
La trasversalidad de Moreno no ha calado en todos los rincones de su espectro político. Políticos andaluces de Ciudadanos y Vox se mostraron en contra pocas horas después de su oficialización. En este sentido, Guillermo Díaz, de los naranjas, respondió que "el Gobierno de Andalucía se traga el mantra del nacionalismo (residual) andaluz del 4 de diciembre. Los andaluces ya tienen su día, el 28F. Grave error abrir estas puertas. Este nuevo PP no solo aspira a pactar con el PNV, sino a ser un partido nacionalista donde haga falta".
Manuel Gavira, de Vox, fue aún más duro, "considerar a Blas Infante 'padre de la patria andaluza' es un realidad disparatada que el PP le ha comprado a la izquierda y al movimiento andalucista sin rechistar. Hay muchos andaluces antes que el Estatuto de Autonomía o que naciese Infante".