Las polémicas declaraciones de Alberto Garzón, ministro de Consumo, en las que llama a reducir el consumo de carne, han generado una polvareda política que llega a las portadas. Garzón habló de cómo se pueden reducir las emisiones nocivas para el medio ambiente controlando el consumo de animales, y cómo de media los españoles consumen más carne de la recomendada. Eso sí, más que centrar su propuesta en fomentar hábitos saludables, la campaña del ministro se refirió directamente a reducir la carne, lo que incluso algunos tachan de tener "tintes totalitarios".
Es por ello que el PP, principalmente, ha iniciado una campaña a favor del consumo de carne, de apoyo a los ganaderos y de reivindicación de la libertad a la hora de comer. Y no solo el PP, porque el propio PSOE, con varios barones como Guillermo Fernández Vara, de Extremadura, y Emiliano García Page, de Castilla-La Mancha, han sido también bastante claros en su apoyo al sector de la carne, con el propio presidente, Pedro Sánchez, defendiendo la carne "al punto".
Sin embargo, quizás en un afán cumplidor algo exagerado, el ex ministro del Interior y ex alcalde de Sevilla Juan Ignacio Zoido no ha sido el más acertado. En un mensaje en redes, ha defendido su cena del jueves: un filete empanado de gran tamaño con abundantes patatas fritas. "No puede acabar el día sin recordar que #YoComoCarne, porque forma parte de la dieta mediterránea, su consumo es saludable y hay que apoyar al sector cárnico y ganadero".
La dieta mediterránea, en efecto, al ser muy variada, promueve el consumo de carne, pero es de sobra sabido que el empanado no es la forma más "saludable", como ha referido Zoido. "Grande, ministro. Yo ayer cené un taco de panceta a bocados directamente, que se jodan el Podemos y el Che Guevara", le respondía un usuario en redes.
"El rebozado en una piscina de aceite que probablemente no se cambia desde hace dos semanas, y las patatas fritas congeladas de bolsa son de primero de dieta mediterránea, sí", añadía otro. "Y de postre, Almax", remachaban.