Uno de los principales argumentos que esgrime la izquierda desde la oposición cuando existen ciertos problemas en la sanidad pública es que no es algo casual.
Estas formaciones señalan que existe una hoja de ruta por la cual los gobiernos de derechas permiten la degradación de los servicios públicos sin implementar soluciones para que la situación final y el mal funcionamiento de los servicios justifique una privatización sin que haya demasiadas protestas.
Esta idea se ha reforzado al conocerse la Orden por la que se establecen tarifas de precios para derivar pacientes de Atención Privada de la sanidad pública a la sanidad privada.
El portavoz de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, en sus primeras explicaciones tras el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía quiso cortar de raíz este debate, aunque de momento no ha tenido demasiado éxito. "No es un declaración de intenciones, ni una estrategia, ni una hoja de ruta", respondió a la prensa.
No obstante, los últimos datos que existen de diferentes estudios y barómetros muestran que la ciudadanía andaluza cada vez confía menos en la sanidad pública de la comunidad. Esto supone que, por su parte, la privada gane clientes. Los usuarios de un sistema pasan a ser clientes en el otro. Sin ir más lejos, el Barómetro Sanitario del CIS de 2022 afirmaba que la sanidad pública andaluza era la peor valorada de todo el Sistema Nacional de Salud con una nota de 5,89. La media estatal se situaba en 6,23.
Pero los datos actuales sobre la calidad del Servicio Andaluz de Salud van más allá de las valoraciones. El último informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública sobre 'La Atención Primaria en las Comunidades Autónomas' deja un dato muy ilustrativo en cuanto a la comparativa entre la sanidad pública y la sanidad privada.
En caso de poder elegir para la Atención Primaria el sistema público o el privado, el 62,9% elige el primero mientras que el 33,7% se decanta por el segundo. Esto puede parecer un margen amplio y razonable, pero con estas cifras, Andalucía se sitúa como la segunda comunidad con mayor preferencia por la sanidad privada para la Atención Primaria tan solo superada por las Islas Baleares y muy por encima de la media nacional (28,3%).
El caso es que el incremento de este dato entre 2022 (última encuesta) y el año anterior es bastante notorio. De hecho, en 2021 el porcentaje que prefería acudir a una consulta privada tan sólo era del 27,9%. Es decir, más de cinco puntos menos que doce meses después.
Estos datos no son los únicos que hacen pensar que Andalucía se ha convertido en una tierra perfecta para que las aseguradoras y las empresas privadas de salud puedan hacer negocio. El último informe anual de la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) establece que uno de cada cinco andaluces tiene un seguro privado de salud. En concreto es el 21,6. Un dato que sólo superan Baleares, Cataluña, Aragón y País Vasco. Estos datos, que hacen referencia a 2021, suponen la cifra máxima de la serie.
En 2009, el porcentaje de andaluces con un seguro privado no llegaba al 15% según esta misma organización. Desde entones, la cifra se ha visto incrementada gradualmente con un especial aumento en los últimos dos años. Cuando Juanma Moreno llegó a la Junta de Andalucía, el porcentaje de asegurados era del 18,9%. Este último año para el que existen datos (2021), en España, los seguros sanitarios aumentaron sus ingresos un 7% hasta llegar a los 10.543 millones.
Una cuestión recurrente
El tema de la privatización de la sanidad no es algo que haya surgido de la nada. De hecho, a pesar de que apenas llevamos meses de legislatura, ha habido un gran debate sobre la situación. Nada más comenzar este nuevo mandato, Por Andalucía denunció que los presupuestos de 2023 contemplaban un aumento en el número de pacientes que se iban a derivar a centros concertados.
Esta circunstancia se suma a la renovación del concierto con la empresa Pascual, con la que se han fijado nuevos precios tras saldar una deuda anterior y se ha aumentado el número de hospitales incluidos en el acuerdo.
El PSOE, además, ha denunciado este miércoles un sobregasto de la Junta de Andalucía durante el último año en los conciertos con centros privados. Ángeles Férriz ha contado que el Gobierno andaluz había presupuestado para 2022 un montante de 540 millones de euros para conciertos con la sanidad privada, una "inversión histórica" que no se había dado antes y que ha tildado de "barbaridad", pero del que, además, la Junta ha acabado ejecutando "un 120 por ciento", porque incrementó dicho presupuesto "en 111 millones de euros, un 20% más" respecto a la partida inicial, hasta quedarse el crédito definitivo en 652 millones.
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