El sector de la hostelería de Sevilla ha convocado para el jueves una manifestación, así como caceroladas -martes y miércoles a las 16:30 horas-, para exigir un plan de rescate al sector que contemple ayudas directas, "al igual que ocurre en otras comunidades autonómas, como Murcia y Madrid".
En un audio remitido a Europa Press, el presidente de la Asociación de Hostelería de Sevilla (AHS) y vicepresidente de la patronal andaluza, Antonio Luque, ha criticado que la medida aprobada por la Junta de limitar hasta las 18 horas la actividad en sectores considerados no esenciales "no venga acompañada de ayudas económicas directas en función del número de trabajadores o de la facturación del negocio en 2019".
Luque ha afirmado que el sector "no se cree" las palabras del presidente de la Junta, Juanma Moreno, porque "ese anuncio con las nuevas medidas debería haber ido acompañado de medidas concretas. Llevamos dos semanas de reuniones y ha habido tiempo de anunciarlas".
El presidente de la AHS ha hecho un llamamiento a la unidad del sector. "Los gobiernos piensan que no lo estamos y que por ello no protestaremos". "Nos sentimos perseguidos y creemos que somos una 'cabeza de turco', cuando generamos 250.000 empleos y muchos establecimientos, sin esas ayudas, están abocados a la ruina".
En este sentido, la marcha está fijada el jueves, a las 11:00 horas, y partirá desde la Campana. Desde este punto transcurrirá la manifestación por Tetuán para alcanzar la Plaza Nueva y el Ayuntamiento, uno de los objetivos de la acción de protesta; para posteriormente continuar por la Avenida de la Constitución y terminar junto al Palacio de San Telmo, sede del gobierno andaluz.
Luque ha insistido en el hecho de que sólo el 3,5 por ciento de los contagios de Covid -"según datos aportados por el Ministerio de Sanidad"-, tienen el foco localizado en este sector. "Madrid cierra a las 12:00 horas y están bajando los positivos". "¿Piensan que cerrando a las 18:00 horas la gente se va a ir a sus casas?", se ha preguntado.
Por último, Luque ha recordado que desde la patronal se ha pedido endurecer las sanciones a aquellos establecimientos que incumplan las medidas. "Normalmente es el propio cliente quien no respeta las normas y los camareros parecemos más policías que otra cosa ya que estamos continuamente recordándoles la obligación de cumplir con las medidas".
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