Casi dos meses han pasado desde la última vez que la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Catalina García, compareció en el Parlamento de Andalucía para debatir con la oposición. Fue el 13 de diciembre y, desde entonces, muchas cosas han pasado en el seno de su departamento y en el Servicio Andaluz de Salud.
La comparecencia de García se ha producido a petición propia después de que PSOE y Por Andalucía intentaran, sin éxito, que se celebrase de forma extraordinaria en enero, mes en el que no hay actividad parlamentaria. El reclamo de las formaciones de la oposición, no obstante, se remonta al mes de mayo. Sin embargo, la mayoría absoluta del Partido Popular ha evitado la celebración de un pleno monográfico por, según Jesús Aguirre, no existir una situación extraordinaria en la sanidad andaluza.
Lo cierto es que el único respaldo que le queda a la consejera de Salud es el de su grupo parlamentario. De momento suficiente para mantener la gestión actual. Desde Adelante Andalucía a Vox han recriminado a García la situación de la sanidad pública andaluza. Unos problemas que, según la consejera, son comunes en todo el país. Quizás por ello ha vuelto a señalar al Gobierno de España como responsable de la situación del SAS por la falta de médicos. "Seis ministros del Gobierno de Sánchez y seguimos padciendo esta situación", ha protestado García. "Ha habido tensión, no colapso", ha añadido sobre las críticas a la situación en Navidad.
Pero si algo esperaba la oposición es que la la consejera de Salud explicase los cambios en la cúpula de su Consejería. En los últimos días de diciembre, la Junta de Andalucía anunció la marcha de los números dos y tres de Salud. La versión oficial fue que ambos habían dimitido. Poco después, el portavoz del Gobierno andaluz reconoció que era la consejera de Salud la que veía necesario un impulso y un cambio a la situación sanitaria de Andalucía después de los datos que mostraban a un millón de andaluces en lista de espera para ser operados o para ser atendido por el especialista.
Sin embargo, en los 20 minutos que Catalina García ha utilizado durante su primera intervención no ha mencionado el tema. La consejera ha optado por leer un discurso sobre la situación que encontró su partido al llegar al Gobierno y la que hay ahora, "sin camas en los pasillos", según la responsable de la sanidad andaluza a pesar del "cambio demográfico", al quien culpa del aumento en la actividad asistencial.
La situación ya no es cuestión de un intento de desgaste por parte de la izquierda. Incluso Vox ha mencionado dos cuestiones que, hasta el momento, eran habituales en los partidos de izquierda. La formación que dirige Manuel Gavira ha achacado a la gestión de Catalina García el aumento de seguros privados en la población. "Vemos una intención de privatizar", ha llegado a señalar Vox depués de pedir que se aumente el presupuesto en sanidad en 17 millones para ponerlo al nivel de otras comunidades en el gasto por habitantes. La palabra dimisión comienza a coger fuerza dentro de las diferentes formaciones después de que los cambios en la cúpula no hayan significado diferencias en la gestión, según la oposición.
Otro de los asuntos que no ha mencionado Catalina García ha sido la renovación de los 7.000 sanitarios que han prolongado sus contratos hasta el mes de mayo a pesar de que la propia consejera se comprometió antes de que acabara el año a que el contrato fuera de un año, hasta finales de 2024. Un hecho que ha provocado que Inmaculada Nieto, portavoz de Por Andalucía, acuse a García de engañar a los profesionales sanitarios.
Pese a las críticas unánimes, el Partido Popular ha acusado a la oposición de vender una "situacion apocaliptica" que no existe. "Hay problemas pero no es cierto lo que dicen", ha manifestado Beatriz Jurado, diputada del Partido Popular para intentar socorrer a la consejera del asedio que estaba sufriendo por parte del resto de partidos con representación en el Parlamento de Andalucía.
Por su parte, Catalina García ha presumido de hacer de Andalucía un destino atractivo para los residentes y achacar los problemas al efecto de la pandemia, el déficit de personal sanitario o el aumento de la actividad asistencial. "Andalucía no es una excepción en este escenario". Para hacer frente a esta situación, la consejera ha defendido el plan de la Junta con los autoconciertos y con la derivación de pacientes a la sanidad privada, "sólo cuando el sistema haya superado el 100% de su capacidad asistencial" con, según la Junta el porcentaje presupuestario más bajo de los últimos años con un 3,92%. En esta línea ha defendido que haya mayor atención telemática porque "los andaluces lo están demandando" y existe "más demora telefónica que presencial. No podemos dar la espalda a las tecnologías".
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