Mientras se anuncia el pago antes de final de año de las deudas por complementos salariales que el Servicio Andaluz de Salud mantiene desde 2019 con sus profesionales, la Junta de Andalucía de Juan Manuel Moreno Bonilla asegura que la sanidad pública en la comunidad está mejor que nunca en su historia. Mientras se asegura que se cierran centros de salud por las tardes porque no se encuentran médicos en el mercado laboral, se puso en la calle hace algo más de mes y medio a unos 8.000 profesionales sanitarios, y ahora se están ofreciendo actualmente "contratos basura" para cubrir los huecos.
CCOO ha alertado estos días de que la Consejería de Salud está "ofreciendo contratos precarios de un mes para sustituir más de 200 ausencias" por vacaciones en Navidad en los hospitales de Valme, Virgen del Rocío y Macarena, tras prescindir de miles de facultativos temporales bajo la premisa del agotamiento de los fondos estatales para contingencias por la pandemia.
Para captar a los profesionales, según CCOO, "se están ofreciendo contratos de un mes, prorrogables hasta 15 días, o de dos meses en algunos casos. Teniendo en cuenta que muchos trabajadores y trabajadoras terminaron contrato el pasado 31 de octubre y se han marchado a otras comunidades autónomas aceptando contratos de dos años".
Según el secretario de Acción Sindical del Sindicato Provincial de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Sevilla, Juan José Limones, "el SAS finge buscar enfermeras ofreciendo contratos que sabe que no se van a cubrir, para luego denegar al personal vacaciones y permisos y obligar a doblar turnos, precarizando las condiciones laborales de la actual plantilla. O sea, deteriorando aún más las condiciones de trabajo y favoreciendo más fugas de profesionales, lo que merma aún más la atención sanitaria".
Por eso, CCOO exige a la Junta que reponga los 8.000 puestos de trabajo perdidos y garantice un servicio público de salud de calidad y universal, achacando la Consejería la supresión del horario de tarde en 26 de los 35 centros de salud de Sevilla capital durante Navidad —algo común al resto de provincias andaluzas— a las vacaciones en las plantillas y la "falta" de profesionales dispuestos a cubrir las mismas.