El cierre de la provincia de Cádiz estuvo encima de la mesa de la Junta toda la semana en base al aumento de casos de forma exponencial, pero varios factores han propiciado que esa decisión se quede en un "por ahora, no", de boca de Juan Manuel Moreno Bonilla, en su intervención al mediodía de este viernes, en el que sí ha declarado que el distrito de Jerez-Costa pase a nivel 4 en grado I y el Campo de Gibraltar a ese mismo nivel pero más duro en cuanto a aforos, en grado II.
Son varios los datos que han tenido encima de la mesa los expertos del comité andaluz. Uno de ellos no es accesible y es el número de pruebas realizadas en el territorio y el porcentaje entre ellas de positivos. Fue lo que el 28 de octubre provocó que la movilidad entre municipios quedara suspendida en el distrito de Jerez y de la Sierra, aunque finalmente, para afrontar con garantías la Navidad, se declaró para todo el territorio andaluz durante el mes de noviembre y hasta una desescalada de dos semanas.
Otros datos sí se han hecho públicos y son el número de positivos detectados y el número de ingresos. En la provincia de Cádiz han dado positivo en los siete primeros días de 2021 un total de 1.676 personas, solo por detrás de Málaga, con casi 2.000, casi todos localizados en las principales localidades de Costa y las que tienen más población. En Cádiz no está tan repartido, porque de los citados 1.676, una cuarta parte de ellos está en una localidad de unos 60.000 habitantes, La Línea, territorio limítrofe y dependiente de Gibraltar en diversos aspectos como el laboral, y donde ya hay conocimiento exacto de que la nueva cepa estaba desde noviembre.
Sin embargo, La Línea no es la única explicación del aumento de casos. Porque Jerez tiene los mismos positivos que Sevilla capital (353 frente a 352) en los últimos siete días, más que Córdoba y más que Granada. De entre las localidades con más población en Andalucía, solo la supera la maltrecha Málaga, que pasó de puntillas por la segunda ola pero que está siendo muy castigada en esta recién iniciada tercera ola.
Y, con todo, otros datos son preocupantes pero no tanto como en aquel mes de octubre en que la Junta decidió cerrar perimetralmente Jerez y no otras localidades con muchos casos. La razón es el ritmo de hospitalizaciones en la provincia de Cádiz. Desde mediados de octubre, los sindicatos sanitarios de la provincia alertaron del colapso que se estaba produciendo por el alto número de ingresos, todo ello cuando además se estaban medicalizando residencias con brotes, lo que en teoría debía atemperar esa presión. El mes largo de cierre parcial en los distritos de Jerez y Sierra tuvo efectos positivos y la situación quedó estabilizada para cuando se igualó al resto de la comunidad en la desescalada. No llega a ese punto ahora.
Con todo, es la provincia con más ingresados, 242 hospitalizaciones, de las que 32 en UCI, según los datos de la Junta, por delante de Málaga (216, 29 en UCI) y de Granada (185, 23 en UCI), las tres que lideran la tabla. Pero no es la situación de noviembre, cuando superó ampliamente los 300. Existe presión pero si los positivos están en territorios controlados, la clave está en esperar a que, no solo las medidas anunciadas hoy para aplicarse desde la medianoche del domingo, sino las que se anunciaron hace unos días del confinamiento perimetral del Campo de Gibraltar, funcionan y evitan que el virus se expanda desde allí al resto de la provincia, con el cierre de toda actividad no esencial en La Línea.
Eso sí, Moreno Bonilla ha sido claro en rueda de prensa. Si el ritmo de crecimiento de positivos no desciende en base a las nuevas restricciones impuestas, vería inevitable volver a la situación de noviembre, y no solo en Cádiz sino en toda Andalucía.
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