El Hospital de Alta Resolución (HARE) de Vejer, en la Janda, es un polvorín. El complejo hospitalario, gestionado por la agencia sanitaria Bajo Guadalquivir, de funcionamiento autónomo aunque dependiente de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, presenta numerosas bajas y situaciones tensas entre la plantilla por la falta de concordancia con los órganos gestores.
En los últimos meses, tres facultativos han presentado su dimisión por problemas con la dirección y la Unidad de Atención a la Ciudadanía (UAC). Dos de ellos, pertenecientes al servicio de anestesia del HARE de Vejer, causaron baja casi al mismo tiempo, provocando retrasos en quirófano por la falta de profesionales, según ha podido saber lavozdelsur.es.
Además, se han presentado numerosas hojas de riesgo psicosocial por parte de facultativos de diferentes servicios del hospital, según denuncia la sección sindical de UGT del HARE de la Janda a este periódico, que apunta a la dirección del centro como la responsable de la situación, por la falta de soluciones, “causando un descontento generalizado entre los profesionales”.
“Entendemos que en un hospital donde los trabajadores acuden con ansiedad a trabajar, muestran síntomas psicológicos de agotamiento y quejas reiteradas sobre dirección y el personal técnico de Recursos Humanos, el cual se hace llamar subdirector y actúa ejerciendo presión sobre miembros del hospital, no es un entorno sano ni favorable para atender pacientes y evitar fallos por consecuencia de lo anteriormente descrito”, describen fuentes sindicales a lavozdelsur.es.
Hace pocos días, el facultativo de radiodiagnóstico tuvo que acudir a Urgencias al finalizar su jornada laboral tras presentar síntomas derivados de una sobrecarga asistencial, una situación que conoce la dirección. El facultativo en cuestión se encuentra de baja.
“La dirección no ha tomado ninguna medida alegando que dicha responsabilidad depende de un coordinador externo, el cual solamente ha visitado dos veces el hospital y mantiene un bloqueo informativo con el facultativo”, cuentan estas fuentes. “Todo esto igualmente ha sido comunicado a la gerencia del hospital, que ha decidido ignorar todas las denuncias que se le ha comunicado desde el hospital HAR la Janda”, agregan.
"Los trabajadores solamente quieren ir a hacer un trabajo que entre dentro de la ley, de las cargas normales de trabajo, y sin recibir presiones de superiores, ya que todo esto repercute en una peor calidad asistencial que los facultativos no quieren dar porque su prioridad siempre es y será el paciente”, dicen fuentes internas del hospital a este periódico.
Esta misma semana, CSIF también denunció el caos organizativo que se vive en el Hospital de Alta Resolución de la Janda “por la mala gestión de sus responsables”, sobre todo en las áreas de Urgencias y en la Unidad de Atención a la Ciudadanía. El sindicato pide a la agencia sanitaria Bajo Guadalquivir que “tome las medidas oportunas para acabar con el caos organizativo y la precariedad de la plantilla de este hospital, y que depuren responsabilidades por la dejadez y mala gestión entre los altos cargos del centro”.
El personal de Urgencias, relata CSIF, realiza jornadas complementarias sin saber cómo se las van a retribuir —si como horas extra o días libres—, a pesar de las reclamaciones interpuestas al respecto, mientras no se contrata a más personal. El sindicato hasta llega a contar que el pasado mes de septiembre se cerró parcialmente el servicio de Urgencias para rodar una serie de televisión privada sin contar con el responsable de este departamento.
La absorción de las agencias, en breve
La Junta de Andalucía anunció hace unos meses su intención de ejecutar la integración de hasta cinco agencias sanitarias para finales de este año o incios del que viene, entre ellas la del Bajo Guadalquivir, en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Una fusión que afectará a más de 9.500 trabajadores, que seguramente se integrarán en un ente dependiente o en uno de nueva creación, algo que aún está por determinar.
Todos estos pasos son parte del plan del Gobierno andaluz para “adaptar las estructuras organizativas existentes a las nuevas exigencias sociales y a las demandas de la ciudadanía” de lo que han denominado “administración paralela”, según se anunció en su momento. Unas actuaciones con las que también se contenta a Vox, socio preferente del Ejecutivo andaluz que forman PP y Ciudadanos.
Las auditorías externas encargadas por la Junta de Andalucía hablaban de “la necesidad de homogeneizar su naturaleza jurídica con la del SAS”. Elías Bendodo, portavoz del Gobierno andaluz, señaló entonces que esto “es importante porque se integra en la gran estructura del SAS”.