Andalucía tiene un problema con la sanidad y es algo que no oculta nadie, ni siquiera la propia Junta de Andalucía. No obstante, desde el Gobierno andaluz se achacan estas dificultades a la falta de médicos y la ausencia de medidas por parte del Gobierno de España. Lo cierto es que la sanidad es una competencia de las comunidades autónomas. Posiblemente la más importante. Y en los últimos meses el descontento con la gestión de la Consejería de Salud ha ido en aumento.
A las quejas de la oposición — que ya han pedido el cese o la dimisión de Catalina García en más de una ocasión — y las protestas de los ciudadanos que se replican a lo largo y ancho del territorio por los déficits que presentan, principalmente, los centros de salud de cada uno de sus municipios, ahora hay que sumar los datos. En concreto los de las listas de espera, un termómetro perfecto para observar la agilidad del sistema.
Cuando el Partido Popular llegó al Palacio de San Telmo denunció haber encontrado a 500.000 andaluces en listas de espera "metidos en un cajón". Una polémica que resucita cada vez que el PSOE achaca a la Junta de Andalucía los problemas sanitarios. Pero la realidad es que actualmente hay alrededor de 170.000 andaluces más que en diciembre de 2019, cuando Juanma Moreno llevaba un año al frente del Gobierno andaluz.
Esta semana, el Servicio Andaluz de Salud ha hecho públicas las cifras correspondientes a junio de 2024 tras seis meses de espera. Lo anunció la propia consejera el mismo día que se disponía a ofrecer los datos del Plan de Garantía Sanitaria, la estrategia de la Junta para reducir las listas de espera quirúrgicas para aquellas personas que estén fuera de los plazos de garantías. El plan de la Junta está funcionando y en seis meses ha conseguido que el número de pacientes fuera de los plazos garantizados se vea reducido en más de 10.000 pacientes. Además el tiempo de espera también ha caído en 11 días.
Sin embargo, esto tan solo es una parte de todo lo que engloba las listas de espera. En el caso quirúrgico, en los últimos seis meses, apenas se ha visto reducida en un 0,7% mientras que en las listas para los especialistas el número de pacientes que aguardan ha caído algo más del 3%, lo que corresponde a unas 25.000 personas.
Ampliando el foco es cuando la Junta sale peor parada. En diciembre de 2019, cuando se cumplía un año del Gobierno de Juanma Moreno, el número de andaluces que estaba esperando una consulta con el especialista era de 727.294, mientras que para entrar en quirófano aguardaban 163.672. Cuatro años y medio más tarde, los números han ascendido a 848.787 en el primero de los casos y 215.275 en el segundo de ellos.
Para la Junta hay una fecha clave que es marzo de 2020, cuando la pandemia llegó a nuestras vidas. A día de hoy, el Gobierno andaluz sigue acudiendo a ella para explicar el embudo que existe en la sanidad andaluza con las listas de espera. Entonces, los hospitales prácticamente se pararon por completo para atender los casos de covid. Aquello realmente supuso el auténtico colapso del SAS y, para la Junta, sus consecuencias llegan hasta el día de hoy con unas listas de espera que apenas se reducen.