Silvia Idalia Serrano, la joven que permaneció durante meses en coma inducido en la UCI de La Paz tras someterse a varias intervenciones de estética, ha fallecido este sábado, según han informado fuentes de su entorno.
Silvia llegó prácticamente muerta a la UCI del citado centro. La operación tuvo lugar el 29 de abril en la Clínica VOT de Madrid, uno de los centros donde CEME realiza las operaciones. Al día siguiente de la intervención -de reducción de pecho, liposucción y transferencia a glúteos- la joven recibió el alta.
La familia presentó una denuncia contra la clínica CEME y el doctor José Manuel Arévalo, el cirujano que llevó a cabo la intervención. La denuncia está admitida a trámite en el juzgado de instrucción número 46 de Madrid. Al mismo tiempo, no paraban de surgir casos de mujeres que denunciaron ser víctimas de las "negligencias" de esta clínica y, más concretamente, del citado doctor Arévalo.
Ahora, el juez deberá determinar si hubo una mala praxis en el post operatorio. “Si esto se hubiera detectado a tiempo se podría haber evitado”, asegura la familia. La clínica se defiende alegando que no ha hubo errores en el proceso.
Por su parte, el abogado de fallecida ha hablado al respecto: “Es un asunto de mala praxis médica, claramente. No solo por el resultado, que es horroroso, sino por el abandono de la paciente una vez operada que han tenido en este centro médico”, afirmó Francesc Jufresa, letrado especialista en este tipo de negligencias.
De este modo, la clínica ha presentado como defensa el informe pericial emitido por el Dr. D. Francisco Javier Cobo Reinoso, especialista en Microbiología y Parasitología. Doctor en Medicina y Jefe de Sección del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. En el mismo, se concluye que la paciente "sufrió una complicación infecciosa denominada fascitis necrotizante, descrita previamente tras los procedimientos de cirugía plástica, pero excepcional".
En el mismo hilo, la clínica aclara que "las bacterias implicadas en la fascitis necrotizante sufrida por la paciente no son de adquisición hospitalaria ni transmitidas a partir de personal o el entorno sanitario, sino procedentes de la microbiota de la paciente". El diagnóstico de la fascitis necrotizante puede ser difícil de Asmismo, aclara que la paciente fue atendida en el hospital Pío XII-CEME, realizándose exploración de las heridas, tomas de constantes y exploraciones analíticas. Al detectarse signos generales de afectación general (sistémica) se procedió a su traslado a un centro de mayor complejidad.
Concuye que, se la documentación revisada por el perito no se deduce infracción de la Lex Artis médica en los profesionales sanitarios NO SE DEDUCE INFRACCIÓN DE que intervinieron y atendieron a la paciente hasta su traslado al Hospital La Paz.