La familia de Nerea, la niña de 14 años que falleció en marzo pasado por una presunta negligencia médica en el hospital sanluqueño Virgen del Camino, de Grupo Pascual y concertado con la Junta de Andalucía, pide justicia tras una muerte que pudo haberse evitado.
Caridad, la madre de la menor, asegura en diferentes entrevistas en medios nacionales: "Me han matado a mi niña; yo lo que quiero es justicia, no dinero. Quiero que se haga justicia con mi hija", ha dicho en declaraciones a Antena 3.
"Siempre esa sonrisa en la cara donde vayas; te quiero, Nerea, te echo de menos", ha escrito su padre, Plácido, en una publicación con la foto de su hija en la red social Facebook, que ya está sirviendo de plataforma para insistir en un caso que ha conmocionado, de manera especial, a Sanlúcar, donde vive la familia.
Más de 24 horas después de que se hiciera pública la reclamación patrimonial interpuesta contra el SAS por Bufete Ortiz, en representación de la familia, la consejera de Salud, Catalina García, a preguntas de los medios, ha dicho que se depurarán responsabilidades sobre este caso de presunta mala praxis en el referido complejo sanitario concertado. La familia aseguraba que nadie de la Consejería se había puesto en contacto con ella por este caso que ha dado la vuelta a España.
"Lo primero es el pésame a la familia y que estén tranquilos porque la Consejería lo que hace siempre en estos casos es abrir una investigación y depurar responsabilidades, y si ha habido una negligencia médica o un diagnóstico erróneo con esa investigación lo podremos ver", ha manifestado García, cuestionada por los periodistas. Por su parte, grupo Pascual ya lanzó un comunicado en el que niega tajantemente la versión de los padres de la joven sanluqueña y aseguran que emprenderán acciones legales para defender su buena praxis.
Desde el Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar afirman que "desde el primer momento se consideró como diagnóstico más probable un síndrome meníngeo y se trató con antibióticos, esteroides y vasopresores" a la paciente, que "ingresó por un cuadro confusional agudo". A raíz del empeoramiento de su estado, sostienen, fue cuando fue derivada al Puerta del Mar, amén de asegurar que practicaron un test de droga en orina que arrojó un resultado negativo.
La familia ha presentado una reclamación patrimonial de 201.000 euros contra el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Según el Bufete Ortiz Abogados, encargado del caso, la menor llegó al hospital con una serie de síntomas que hicieron creer a los sanitarios que "parecía estar bajo los efectos de las drogas", e incluso ser víctima de una violación. Al cabo de unas horas, sufrió convulsiones y hasta dos paradas cardiorespiratorias "como consecuencia del paso de un cuadro de sepsis a un cuadro de shock séptico".
Un día después, y tras haberse perdido un "tiempo de oro" en activar protocolos que en nada tenían que ver con la situación de la niña, fue trasladada a la UCI pediátrica del Hospital del SAS en Cádiz, el Puerta del Mar, donde acabó falleciendo por una meningitis bacteriana. Los médicos del centro gaditano comunicaron a la familia que la menor presentaba "fallo multiorgánico y muerte encefálica, por lo que se procede a la retirada de todos los dispositivos, firmando el acta de defunción".
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