Un grupo de limpiadoras de los hospitales San Lázaro y Tomillar, que están en huelga este jueves, se han encerrado en la dirección-gerencia del Hospital Virgen del Rocío, un encierro que ha durado unas horas, tras las que han sido desalojadas por la Policía Nacional. Tanto la huelga como el encierro exigen que la limpieza del Hospital Militar de Sevilla, que se habilitará como hospital covid, sea pública.
La gerencia del Hospital Virgen del Rocío, con la que se entrevistó una delegación de las trabajadoras encerradas, se ha negado a en redondo a negociar con las empleadas, y se ha negado a dar alguna explicación o justificación de los motivos por los cuales se decide privatizar la limpieza del nuevo centro, escudándose en que se trata de “órdenes” superiores, a pesar de que de ella depende el nuevo centro. A pesar del desalojo, la movilización de las limpiadoras va a continuar hasta que la dirección del hospital acepte negociar.
La gerencia del Hospital Virgen del Rocío, de la que depende el nuevo centro se ha negado a en redondo a negociar sobre esta cuestión, alegando, como único argumento, que se tata de una “decisión estratégica”. También se ha negado, igualmente, a presentar algún estudio que demuestre la necesidad de recurrir a personal externo.
Un grupo de limpiadoras de los hospitales San Lázaro y Tomillar, que llevan a cabo una jornada de huelga, se ha encerrado, junto con delegados de CCOO, en el edificio de gobierno del Hospital Virgen del Rocío. Con la huelga y el encierro se reivindica que la limpieza del hospital de emergencia covid-19 que va a abrirse en las instalaciones del antiguo Hospital militar se lleve a cabo con personal público.
Numerosos trabajadores y trabajadoras del hospital han pasado por el lugar del encierro a expresar su solidaridad con las limpiadoras. CCOO dispone, sin embargo, de estudios que demuestran que limpiar con personal propio supone menos costos que recurrir a una contrata externa, pagando IVA y beneficio empresarial.