Una denuncia del Sindicato de Enfermería Satse ha provocado que las Inspecciones Provinciales de Trabajo y Seguridad Social hayan comenzado a investigar la situación de varios hospitales andaluces para analizar los riesgos psicosociales y para la seguridad de profesionales y pacientes derivados de la "falta" de enfermeras y fisioterapeutas.
Satse ha informado de que la Inspección ha iniciado las primeras diligencias en Granada. Esta misma semana la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social en Granada ha mantenido reuniones con delegados sindicales de prevención de riesgos y responsables de los hospitales Virgen de las Nieves, San Cecilio, Baza y Santa Ana de Motril.
A partir de estos encuentros, la Inspección va a solicitar requerimientos a cada uno de los centros hospitalarios de la provincia para que se cumpla la legislación de prevención de riesgos laborales. Además habrá revisiones periódicas para comprobar su cumplimiento.
Satse apunta que se trata del primer organismo inspector provincial que responde a las denuncias presentadas en toda Andalucía el pasado mes de noviembre por el Sindicato de Enfermería sobre la "grave e inaceptable" situación de cientos de enfermeras y fisioterapeutas del SAS a los que, "o bien no se les facilita su planilla que refleje su jornada de trabajo y de descanso, o si se les facilita se les altera con frecuencia, incluso se les cambia de unidad de trabajo de un día para otro, todo ellos motivado generalmente por los déficits de plantillas".
Explica, igualmente, que trasladó en sus escritos a las Inspecciones de Trabajo la necesidad de proteger legalmente la conciliación laboral y familiar, así como el derecho a la salud e integridad física y mental de las profesionales y la exigencia de que la Administración sanitaria facilite y entregue a los profesionales su planilla de trabajo con al menos seis meses de antelación, de manera que se les permita ordenar su vida familiar y hacerla compatible en tiempo y forma con su actividad laboral.
Asegura la organización sindical que, sin duda, la "nefasta" gestión por parte de las direcciones gerencias de los centros hospitalarios "está favoreciendo el riesgo psicosocial", así como "poniendo en peligro la integridad física y mental de dichas enfermeras". Una situación que "provoca alteraciones de sueño, fatiga y estrés crónico, síndrome del quemado, e incluso, cuadros de ansiedad y depresión", lamenta.
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