Un día después de decretarse el endurecimiento de las medidas para frenar la propagación del virus, Jerez ha bajado de la tasa de incidencia de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Esa frontera, que marca el nivel 4 grado 2 de alerta y que obliga a clausurar la actividad no esencial, se ha mantenido en el municipio desde el pasado viernes, sin embargo no fue hasta la medianoche del pasado miércoles cuando entró en vigor el temido refuerzo de las restricciones. Este jueves, en cambio, la Consejería de Salud y Familias marca una tasa de incidencia del covid en Jerez de 968,5. Muy grave, desde luego, pero que no limitaría la actividad no esencial, como son los comercios y la hostelería.
El sector hostelero, que este pasado miércoles se revolvió contra el nuevo cerrojazo —entre 200 y 300 personas concentradas en el Arenal, es uno de los que lleva peor este nuevo revés, muy molesto por un conjunto de decisiones a destiempo y, sobre todo, porque se le criminalice como gran causante de la transmisión masiva del virus, algo que visto lo visto al menos en los últimos días en Jerez no parece que sea así.
Así las cosas, según las directrices de la propia Consejería de Salud y Familias el cierre hasta el próximo 9 de febrero ya es irreversible. Será entonces cuando se revise la tasa de Jerez, quinta ciudad más poblada de Andalucía, y se decida si se suavizan las medidas.
En las últimas 24 horas no ha habido fallecidos por covid en el municipio y solo se han registrado 22 nuevos positivos confirmados por las diferentes pruebas, la cifra más baja en mucho tiempo y, por supuesto, de la tercera ola tras las navidades. En total, este 28 de enero hay 10.804 contagios confirmados por SARS-Cov-2 en el municipio desde que comenzó la pandemia hace un año.
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