Las trabajadoras del servicio de limpieza del Hospital de Jerez, que tenían previsto iniciar una huelga el próximo martes 1 de diciembre, se lamentan de que no vaya a ser posible porque la Junta de Andalucía ha establecido unos servicios mínimos del 100%, por las circunstancias actuales de pandemia, por lo que en la práctica se desactiva la convocatoria. "Es abusivo", apuntan empleadas de la concesionaria Clece, que presta el servicio, en declaraciones a lavozdelsur.es, criticando que se "imposibilite nuestro derecho a huelga".
"El comité de empresa ha denunciado este hecho y se ha solicitado un informe de la relación de contratos eventuales, ya que no se pueden hacer contratos después del preaviso de huelga, el pasado 19 de noviembre, y dudamos que se haya cumplido", apuntan fuentes de la plantilla, que se encuentra a la espera de acudir al Sercla (Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales en Andalucía) el próximo lunes 30 de noviembre. "Nos encontramos los trabajadores del hospital en situación de desamparo total, por parte del SAS, de la empresa Clece con el bloqueo del convenio y con una plantilla totalmente enfadada ante dicho escenario", señalan las citadas fuentes.
"Entendemos la situación pandémica que tenemos pero también que no es responsabilidad de los trabajadores y únicamente se reclama una subida digna y un desbloqueo del convenio, que ya debería estar más que firmado, no siendo efectivo por dejadez de la empresa", se quejan desde la plantilla de limpieza del Hospital de Jerez, que está a la espera de conocer las resoluciones de "las anomalías que estamos detectando para imposibilitar la huelga".
Las 112 trabajadoras que componen la plantilla de limpieza del Hospital de Jerez llevan más de un año esperando que la empresa concesionaria, Clece, negocie un nuevo convenio, un proceso que se paralizó con la llegada de la pandemia. "No cogimos vacaciones ni días de asuntos propios durante el confinamiento, eso lo entendió todo el mundo, nadie se ha quejado porque íbamos todos a una, pero la empresa quiere congelar la antigüedad de las trabajadoras", se quejaba una empleada del servicio durante una protesta reciente, quien calculaba hace unas semanas que de tener nuevo convenio este año percibirían unos 200 euros anuales más. "La empresa dice que ha gastado mucho dinero en EPI y pretende que ese gasto lo asumamos con la firma del convenio".
"Llevamos más de un año intentando cerrar la negociación del convenio, pero la empresa no se sienta a negociar", apuntaba Tamara García, miembro del comité de empresa, de CCOO, sindicato que ha convocado concentraciones para pedir a la empresa que se siente a negociar las mejoras laborales que les corresponden. La plantilla pretende que Clece asuma una subida salarial del 7% en los próximos cuatro años —en principio exigieron un 8% pero acordaron rebajar esa cifra—, un aumento que la compañía quiere que se haga a razón de un 1% anual durante los tres primeros años, y un 4% el último. "Queremos que se suba paulatinamente", reseña García, ya que teme que la intención de la concesionaria sea no cumplir con esa subida final, en un año en el que presumiblemente saldrá de nuevo a subasta el servicio y lo puede asumir otra empresa.
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