El mismo día en que el confinamiento perimetral supera ya los tres centenares de localidades, muchas más de las que se anunciaron el pasado viernes, debido a que un gran número de localidades cuentan ya con una tasa superior a 500, el vicepresidente andaluz, Juan Marín, ha explicado que habrá "más restricciones el viernes si durante esta semana no se contiene la pandemia".
El dirigente andaluz ha sido el más pesimista de los consejeros de la Junta en las últimas horas y advierte que habrá limitación de actividades concretas, sin llegar a decir cuáles, para frenar los contagios. Entre las posibilidades, el cierre de negocios concretos que entrarían dentro de los calificados no esenciales. Estos solo se cierran cuando la tasa llega en una localidad a ser superior a los 1.000, una situación en la que se encuentran 141 municipios andaluces, a fecha de 19 de enero.
Pero la Junta tiene la potestad para generalizar esos cierres si lo ve conveniente, pues el sistema de cierre a dos velocidades ideado por la Junta no será asunto tallado en piedra y podrá cambiar, deslizaba Marín al hablar de nuevas restricciones el viernes. En el candelero, actividades que podrían verse abocadas de nuevo a los ERTE y que pueden preocupar a la Junta, como es el caso de los gimnasios, que solo cerrarían en ese supuesto de los 1.000 de tasa con la normativa actual.
Porque la realidad es que, una vez que el Gobierno andaluz ha desechado la idea de cierres completos de distritos sanitarios y ha optado por individualizar las medidas a la situación concreta de cada localidad, algo novedoso en las últimas medidas de este enero, "los resultados de las nuevas medidas no se irán viendo hasta transcurridos 14 ó 21 días, pero si esta semana no se contiene, habrá nuevas medidas el viernes", señalaba el vicepresidente en Canal Sur.
Por lo tanto, mientras la tendencia sea al alza (y ahora lo es, con seis de las ocho capitales andaluzas confinadas perimetralmente), y la Junta prevé que eso siga siendo así hasta al menos mediados de febrero, se irán sucediendo, según los planes actuales del Ejecutivo adelantados por Marín, que sea un goteo de medidas.
Las otras dos restricciones que quiere imponer la Junta (pero no puede)
El Gobierno andaluz, con su presidente a la cabeza, pero con todos sus consejeros y delegados territoriales, llevan desde hace una semana pidiendo públicamente al Gobierno de Sánchez que el actual Estado de alarma habilite al confinamiento selectivo de las poblaciones más afectadas. Esta medida, la más dura, sería prácticamente la única, consideran desde Sevilla, que permitiría una recuperación más rápida en paralelo a un contagio masivo producido de forma explosiva durante la Navidad.
Pero hay más, y es el toque de queda. En la actualidad, lo más pronto que puede aplicarse es a las diez de la noche. La Junta lo quiere al menos a las ocho, como ha hecho Castilla y León sin acuerdo con el Gobierno central, lo que ha propiciado que éste lleve el asunto a los tribunales para que vuelva a las 22 horas. Sin acuerdo, no hay posibilidad legal. Sanidad dice que no se cierra a ello pero parece no tener prisa en generar un marco que sea más duro que el actual, que permita que sean las comunidades las que impongan estas restricciones.
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