El Hospital Universitario de Puerto Real lleva a cabo un programa multidisciplinar del que se benefician más de 600 pacientes con enfermedades inflamatorias. Este optimiza los medicamentos biológicos, que contribuye a un mejor seguimiento del paciente, un aumento de su comodidad y de la seguridad del tratamiento.
En esta iniciativa participan internistas, dermatólogos, farmacólogos clínicos y farmacéuticos, que se reúnen periódicamente para consensuar decisiones clínicas del tratamiento biológico de pacientes con patología inflamatoria cutánea y articular. La colaboración de facultativos de las diferentes especialidades involucradas ha sido clave para este trabajo multidisciplinar en el hospital puertorrealeño.
Según explican desde la consejería de Salud y Consumo, en estas reuniones se revisa el estado de salud de los pacientes, tanto desde el punto de vista del médico como desde la vivencia del propio paciente y se relaciona con la medición en el plasma sanguíneo de los niveles del fármaco y anticuerpos anti-fármaco.
Esta evaluación permite una detección precoz de aquellos pacientes con mala evolución, permitiendo personalizar su tratamiento. Por otra parte, también permite identificar a los pacientes que presentan buena evolución y seleccionar aquellos cuyos niveles de fármaco permiten optimizar su tratamiento, es decir, se persigue mantener la respuesta clínica con la menor cantidad de fármaco.
Estas optimizaciones son importantes, ya que reducen el riesgo de efectos adversos y se alían con la estrategia de uso racional de los recursos sanitarios y de los medicamentos.
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