El Sindicato de Enfermería, Satse, en Andalucía ha denunciado que más de un millar de profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) fueron víctimas de alguna agresión durante el año 2020 a pesar de la bajada de la asistencia presencial en los centros sanitarios por la Covid-19. Satse advierte que los usuarios "están pagando las deficiencias" del sistema con los profesionales que les atienden en primera línea, como "demuestran que la demanda de atención o la disconformidad con el trato son las principales causas que derivan en actos violentos".
En concreto, según los datos del registro del SAS recopilados por el Sindicato de Enfermería, en 2020 se produjeron un total de 1.042 agresiones en centros sanitarios de Andalucía, de ellas 176 físicas y 866 verbales, tales como amenazas o insultos. Aunque las cifras son inferiores a las de los años 2018 o 2019, en los que se registraron 1.234 y 1.507 agresiones respectivamente, "son de extrema gravedad si se tiene en cuenta que se producen en un año en los que descendió sensiblemente la atención presencial en los centros sanitarios", afirma Satse.
De hecho, a pesar de las especiales circunstancias del año 2020, el sindiato expone que los datos de agresiones contra los profesionales de la sanidad andaluza "son incluso superiores a los de los años 2015 (935 agresiones, 731 verbales y 204 físicas) o 2016 (1.000 agresiones, 794 verbales y 206 físicas), por citar un ejemplo".
Por provincias, el Sindicato de Enfermería detalla que Sevilla es la que contabiliza mayor número de ataques al personal del SAS en 2020 con un total de 279 (43 físicas), seguida de Málaga con 186 (54 físicas, la mayor cifra de Andalucía de este tipo), Cádiz con 140 (13 físicas), Córdoba con 114 (24 físicas), Jaén con 90 Sindicato de Enfermería Andalucía (13 físicas), Huelva con 84 (11 físicas), Granada con 79 (9 físicas) y por último Almería con 70 víctimas de agresiones (9 físicas).
Entre las pretensiones que derivan en estas agresiones, para Satse "es llamativo" que las principales tienen que ver con la demanda de atención, un 34% de los casos, bien por demandar atención fuera de la cita programada, sin cita previa, demandar prestación o medicación para un familiar o exigir un tratamiento distinto al prescrito. También en un 30% la causa expuesta es el desacuerdo con el trato o conducta en el acto del profesional y un 23% carecen de causa aparente o no se ha logrado determinar.
En este sentido, el sindicato alerta que "se ha detectado un incremento de la conflictividad en los centros sanitarios debido a que los usuarios descontentos con la asistencia responsabilizan a los profesionales de las carencias que sufren en la atención". Para Satse, el aumento de la presión asistencial tanto en primaria como en los centros hospitalarios, las largas colas para ser atendidos en los centros de salud o la imposibilidad de contactar por teléfono con los mismos, "están provocando un incremento de las situaciones de tensión, siendo las enfermeras y enfermeros los principales perjudicados al ser el primer profesional con que el usuario se encuentra".
Por todo ello, ha apelado una vez más para que "se mantenga, en todo momento, una relación de respeto y confianza" entre profesionales, pacientes y familiares. De igual forma, Satse recuerda que los "problemas y carencias" que pueden llegar a sufrir pacientes y familiares "no son responsabilidad del profesional, que en muchas ocasiones es la primera víctima de las deficiencias y que hace todo lo posible para que no se vea afectada la calidad de la atención sanitaria a pesar de los duros meses que llevan sufriendo por la pandemia en unas condiciones de trabajo muy adversas".
El sindicato valora en cualquier caso el desarrollo del Plan de Prevención y Atención de agresiones para los profesionales de sistema sanitario público andaluz, negociado en Mesa Sectorial de Sanidad y publicado en BOJA el pasado mes de julio, "si bien aboga por seguir incorporando medidas más contundentes y de prevención frente a las agresiones a los profesionales sanitarios en el desempeño de su actividad".
"Urge indagar más en las causas de las agresiones para poder atajarlas", pues, a juicio del Satse, el descenso de las mismas durante el año 2020 "está motivado casi exclusivamente por el descenso de la asistencia presencial". De igual forma, concluye insistiendo "en la necesidad de dotar los centros de recursos humanos suficientes a fin de evitar situaciones de conflicto generadas por largas demoras en la atención o el endurecimiento de las penas para los agresores regulando por ley el reconocimiento de delito a la autoridad pública la agresión al personal sanitario".
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