UGT ha convocado concentraciones ante las puertas de centros hospitalarios de toda Andalucía en protesta por los recortes que, año tras año, se producen en el Complemento de Rendimiento de Profesionales (CRP).
Unos recortes que van según el sindicato, desde los 2.000 euros para un médico, 1.000 a enfermeros, 500 a los técnicos especialistas, 300 euros de una TCAE hasta los 250 euros de un celador, “unos recortes basados en no sabemos que tipo de evaluación, ni que objetivos utiliza el SAS para decir que nuestros profesionales este año han bajado 6 puntos su productividad”.
Por todo ello UGT exige que dicho complemento se convierta en un factor fijo que se pague el 100% de su cantidad total de forma mensual “y se deje de especular con un dinero que pertenece a los profesionales y que cada año se nos ‘roba’ en función de las necesidades del SAS. Basta ya de engañar con falsas evaluaciones y con objetivos que nadie conoce ni negocia”.
Como todos los años el pago del Complemento al Rendimiento Profesional (CRP) vuelve a generar un enorme rechazo por parte de todos los facultativos del SAS que comprueban como, cada año que pasa, este complemento retributivo va siendo cada vez menor y como siguen recibiendo los pagos por este concepto sin que hayan tenido oportunidad de conocer su evaluación ni los criterios en los que dicha supuesta evaluación se efectúa.
El Sindicato Médico de Andalucía ve “absolutamente inaceptable que la Administración mantenga el oscurantismo
En un comunicado, el comité ejecutivo del Sindicato Médico de Andalucía considera “absolutamente inaceptable que la Administración mantenga el oscurantismo con respecto a los criterios de evaluación, las fórmulas de cálculo y las cantidades resultantes”.
Los médicos dicen que solo reciben los datos “cuando ya están abonadas las cantidades en las nóminas, no se realizan las preceptivas reuniones informativas previas, no se detalla al profesional el resultado de su evaluación en los distintos apartados, ni se justifica la puntuación, ni hay opción de alegación o réplica. En definitiva, nadie sabe con certeza lo que va a cobrar ni por qué y nadie tiene la oportunidad de pedir una revisión de su evaluación”.
Según el SMA la mayor parte de este CRP a debería pasar a la masa salarial fija “ya que este concepto es uno de los que provoca mayor discriminación con respecto a otras comunidades autónomas, pero la Administración lejos de consolidar estas retribuciones continúa recortando las cantidades y, como ya hemos dicho, lo hace sin la más mínima transparencia”.
El sindicato médico no considera admisible que “a los profesionales que han llevado el mayor peso de la pandemia se les evalúe a la baja y no es comprensible la insensibilidad de la Consejería de Salud hacia los facultativos. El CRP no puede ir reduciéndose cada año, es más, debiera haberse abonado el 100% como forma de reconocimiento a la labor realizada”.
El SMA denuncia que la administración “no cumple sus propias normas, no evalúa correctamente (o al menos no lo demuestra), no informa ni a facultativos ni a sus representantes, no convoca las reuniones preceptivas, no da opción a alegaciones o revisiones, no fija objetivos razonables. Es esta forma de gestión la que merece una mala nota, pero claro es más fácil puntuar a la baja a quién no tiene opción de defenderse”.
El reparto
Todos los años el SAS anima a sus profesionales con el “reparto” del Complemento de Rendimiento Profesional (también llamado irónicamente Complemento Robado a los Profesionales) “y es que cada vez se superan en los recortes que padecen todas las categorías. Y lo peor es que se hace desde la mayor de las impunidades, sin informar del cómo y por qué” señala la UGT en un comunicado.
“El CRP se ha convertido en una especie de saca de la que el SAS consigue fondos para otras cuestiones, y lo hace basándose en justificar una falta de rendimiento que este año dicen que ha sido de un 6% menor que el año pasado y esa es la excusa para quedarse con millones de euros de sus trabajadores”, denuncia UGT.
Y a continuación se hace varias preguntas ¿Como llega el SAS a esa conclusión? ¿Conocen los trabajadores los objetivos que no cumplen? ¿con quién se negocian los objetivos a cumplir? ¿Dónde va el dinero que no se paga a los trabajadores? ¿Cuánto se llevan los cargos directivos? ¿Por qué no hay información transparente sobre este complemento?”.
“Son muchas las preguntas y ninguna las respuestas y lo que consistía en un complemento para estimular a los profesionales se ha convertido, cada año más, en una forma de maltratar y cabrear a la plantilla”.