Durante la legislatura y, más efusivamente, mientras duraba la negociación de los presupuestos de 2022, el Gobierno de Partido Popular y Ciudadanos ha pregonado que la mejora de la sanidad andaluza era uno de los pilares fundamentales del cambio. Sin embargo, la realidad es que el número de personas en listas de espera se mantiene idéntico al que había con el anterior Gobierno socialista.
Aunque en estos tres años ha habido una leve bajada en las listas de esperas quirúrgicas, se ha compensado con el aumento de personas que esperan recibir la primera consulta en las respectivas especialidades. En concreto, la espera quirúrgica ha pasado de 158.015 personas a 123.339, mientras que los que necesitan ser vistos por primera vez por un especialista han pasado de 685.523 personas a 720.606. Pese a que Elías Bendodo achacó hace algunas semanas este incremento al covid, la realidad es que en diciembre de 2019 ya había una cifra similar.
Si bien es cierto que, en términos generales, los días de espera para que recibir la atención de un especialista o acudir a una cirugía han disminuido, no se ha dado de forma homogénea e, incluso, hay determinadas especialidades donde el retraso es aún mayor que antes. En los datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad sobre la situación de junio de 2021 se observa que, en muchas ocasiones, llegar a un especialista puede ser cuestión de meses.
En el global, aunque hay un mayor número de personas esperando, Andalucía ha pasado de ser la comunidad con más días de espera para un especialista a ser la quinta en este sentido. Actualmente la cifra se sitúa en 88 días, la mitad que en 2018. Una demora que queda lejos de los 129 de Aragón, los 121 de Cataluña y los 102 de Canarias, pero también de los 24 en el País Vasco, los 34 de La Rioja o los 35 de Baleares. Los datos en Andalucía también arrojan que es la comunidad con más pacientes en espera por cada 100.000 habitantes.
Desde el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) se hacen principalmente dos críticas a la situación actual de la sanidad andaluza. Por un lado, el aumento continuado en las listas de espera para consultas externas, lo que provoca un retraso en los diagnósticos. Por otro, desde CCOO denuncian un “aumento progresivo del presupuesto destinado a la externalización de servicios hacia la empresa privada”, algo que se culminaba en los presupuestos de 2022, que finalmente no han salido adelante, con un montante que superaba los 660 millones de euros, 200 millones más que los contemplados en el presupuesto de 2021.
De esta forma, encontramos bajadas – algunas de ellas considerables – en los tiempos de espera de especialidades como ginecología, oftalmología, traumatología, otorrinolaringología, cirugía general y aparato digestivo, urología y digestivo. Por su parte, la espera en cardiología, neurología y dermatología ha aumentado, especialmente en estas dos últimas, que han pasado de 126 a 140 días y de 77 a 115.
Los datos sobre estas listas fue una de las primeras acusaciones que realizó el Gobierno de Partido Popular y Ciudadanos contra el Partido Socialista cuando la coalición llegó a San Telmo en 2019. En los informes oficiales emitidos por el Ministerio de Sanidad en base a los datos facilitados por la Junta de Andalucía, se observa que, durante la anterior legislatura, la cifra de pacientes en espera era muy inferior a la actual y estaban en torno a los 200.000. A su vez, era difícil encontrar un tiempo de espera superior a los 50 días. Sin embargo, Jesús Aguirre, en su llegada a la consejería, denunció que 500.000 pacientes no constaban como registrados ya que se les había derivado a hospitales concertados. Tres años después, aunque las cifras son precisas, el volumen no ha disminuido.
En las cirugías los datos tienen una tendencia claramente descendente en la espera, aun así, Andalucía sigue encontrándose en el vagón de cola nacional. A pesar de que la espera se ha reducido en 35 días en los últimos tres años, los andaluces son los cuartos que más esperan la entrada en quirófano, sólo superados por aragoneses, castellanomanchegos y catalanes. Peor parados quedan jiennenses y almerienses, que en esta mejora generalizada de la comunidad han visto como tanto el número de pacientes como la demora ha aumentado durante la legislatura.
El Plan de Alta Frecuenciación amenaza con más retrasos
Esta semana, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía también ha aprobado el Plan de Alta Frecuenciación para los hospitales andaluces durante este invierno. Este plan busca no sólo atajar los ingresos por coronavirus sino también por el resto de enfermedades respiratorias. La cuestión es que este plan no se basa en el aumento de recursos humanos sino en el transvase de personal y “potencial sanitario”, según explicó el consejero Jesús Aguirre.
El propio Aguirre manifestó que unas mayores cifras de estas enfermedades podrían suponer “disminuir la actividad quirúrgica para dar asistencia al resto de infecciones”. Por ello, todo hace indicar que, durante este invierno, las listas de espera seguirán estancadas en la comunidad.