CSIF ha exigido a la Junta de Andalucía que adopte todas las medidas necesarias, entre ellas la dotación de mascarillas FFP2 o FFP3, para garantizar la salud de los profesionales de la sanidad. Así lo ha registrado el sindicato en todos los centros de la comunidad autónoma tras comprobar el exponencial incremento de contagios y bajas como consecuencia de la variante Ómicron, que en la provincia de Cádiz ha dejado un aumento de más del doble en apenas veinte días entre los trabajadores de la sanidad pública.
Según el último informe de las autoridades sanitarias, el 14 de enero había en la provincia de Cádiz 356 profesionales en esa situación tras contraer el virus, a lo que hay que sumar 16 trabajadores más que están en aislamiento. El informe del 25 de diciembre arrojaba solo 146 bajas por covid. Los últimos datos indican que la zona más afectada es el área sanitaria de Jerez-Norte (que incluye el hospital y toda la atención primaria de la comarca), con 96 afectados, seguido del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, con 66 trabajadores contagiados. Después están el área sanitaria Campo de Gibraltar Oeste (57), área sanitaria Campo de Gibraltar Este (43), Hospital Puerto Real (49), Distrito Bahía-La Janda (45) y el Centro de Transfusión, Tejidos y Células (CTTC), con 1.
En el global de la comunidad autónoma la cifra se eleva a 2.846 profesionales, frente a los 986 de finales de diciembre, lo cual supone un aumento de 1.860 efectivos (un 188% más). En números absolutos, desde que empezó la pandemia se ha contagiado la quinta parte de la plantilla total: 22.112 trabajadores de 116.919.
Por provincias, Málaga es la que tiene más profesionales de baja (590), seguida de Sevilla (538) y Granada (506). Detrás se encuentran Cádiz (356), Huelva (226), Córdoba (223), Jaén (207) y Almería (200). La subida ha sido especialmente significativa en Jaén, donde los casos se han multiplicado por seis, o Granada, donde se han cuadruplicado.
En el escrito registrado este mismo jueves, CSIF critica el uso generalizado de mascarilla quirúrgica en lugar de equipos de protección individual y solicita la generalización de mascarillas FFP2 y FFP3, ya que está científicamente demostrado que su grado de protección es mayor y más duradero que la de las quirúrgicas. En este sentido, el sindicato cita que el contagio puede producirse en quince minutos sin mascarilla, en veinte minutos con una de tela y en media hora con una quirúrgica, mientras que ese margen se va a las dos horas y media con la FFP2.
El sector de Sanidad de CSIF también denuncia la “inexistente o deficiente formación a los trabajadores” sobre la nueva variante del coronavirus, de ahí que reclame que los profesionales dispongan de esa información. Además, pide una ventilación adecuada y el uso de equipos de alta capacidad de filtración en los lugares de trabajo donde la transmisión aérea del virus suponga un riesgo y no esté garantizada la distancia personal.
El responsable de Sanidad de CSIF Cádiz, Alberto Puyana, confía en que la Consejería de Salud y Familias adopte todas estas medidas “con carácter inmediato y permanente”. “Se está produciendo un cambio en las condiciones de trabajo debido a la exposición de los trabajadores a la variante Ómicron, pero la Administración no establece el uso de los equipos de protección individual (EPI) que proporcionan mayor protección. Es patente que se está produciendo un daño a la salud de los profesionales y que existen indicios de que las medidas de prevención que se están tomando en la actualidad resultan insuficientes”, recalca Puyana.
CSIF también advierte a la Junta de que, en caso de no llevar a cabo las actuaciones solicitadas, estaría incumpliendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y las recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó a finales de 2021 relativas al uso de mascarillas por parte de los trabajadores de la salud en entornos donde la ventilación sea deficiente. “El SAS no puede permanecer impasible y mirar para otro lado ante esta lamentable situación”, concluye el responsable sindical.