El coronavirus cada vez parece más el día de la marmota. Cuando todo parecía listo para abandonar las pocas restricciones que había, la explosión de casos en China ha puesto en alerta a España, Europa y a la Organización Mundial de la Salud. Desde el Gobierno de España ya se pusieron algunas medidas en marcha para limitar los efectos de una posible variante.
En cualquier caso, nuestro país continúa con mascarillas obligatorias en el transporte público. Esta medida ha sido retirada paulatinamente en el resto de países de nuestro entorno. Tras el verano, es complicado encontrar un país de la UE que mantenga esta obligatoriedad. Sin embargo, una recomendación de la OMS puede darle la vuelta al asunto en todo el continente.
El director regional para Europa de la OMS, Hans Henri P. Kluge, ha recomendado a los ciudadanos europeos, ante la ola de contagios de coronavirus en China, seguir usando mascarillas en interiores y transportes públicos. "Compartimos la opinión actual del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades de que no se prevé que el aumento en curso en China afecte significativamente la situación epidemiológica de covid-19 en la Región Europea de la OMS en este momento", ha afirmado.
Kluge ha asegurado que "no es irrazonable" que los países tomen medidas de precaución para proteger a sus poblaciones, mientras se espera información más detallada sobre la situación en China. Ahora bien, ha pedido que las iniciativas que se adopten sean "proporcionadas y no discriminatorias".
Dicho esto, ha pedido a los países de Europa y Asia central redoblar sus esfuerzos para implementar estrategias efectivas comprobadas y evitar ser complacientes. "Esto significa reinvertir urgentemente y volver a comprometerse con una vigilancia virológica y genómica mejorada, incluida la vigilancia de aguas residuales, según sea factible. Esto significa invertir y salvaguardar el personal sanitario, cuya precaria situación en muchos lugares podría socavar la prestación eficaz de los servicios de salud", ha añadido.
Finalmente, Kluge ha aconsejado aumentar la aceptación de vacunas en la población general; administrar dosis adicionales de vacunas a grupos prioritarios; ventilar espacios públicos y concurridos como escuelas, bares y restaurantes, oficinas al aire libre y transporte público; y proporcionar terapias tempranas y apropiadas a pacientes con riesgo de enfermedad grave.
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