"El servicio de limpieza por su convenio", se puede leer en la pancarta desplegada por trabajadoras del servicio este martes, en la puerta principal del Hospital de Jerez. La llegada del coronavirus paralizó las negociaciones, que están congeladas desde verano, ya que la empresa concesionaria, Clece, alega que ha tenido que hacer frente a numerosos gastos durante la pandemia, un coste que las empleadas se quejan de que quiere repercutir sobre ellas. Un total de 112 personas componen una plantilla que debería haber tenido nuevo convenio desde el pasado 1 de enero.
"No cogimos vacaciones ni días de asuntos propios durante el confinamiento, eso lo entendió todo el mundo, nadie se ha quejado porque íbamos todos a una, pero la empresa quiere congelar la antigüedad de las trabajadoras", se queja una empleada del servicio, quien calcula que de tener nuevo convenio este año percibirían unos 200 euros anuales más. "Deberíamos tenerlo desde enero", recuerda. "La empresa dice que ha gastado mucho dinero en EPI y pretende que ese gasto lo asumamos con la firma del convenio", recalca.
"En la primera reunión —la única cita entre empresa y plantilla tras la llegada de la pandemia fue en junio— íbamos agradecidas a la empresa porque nos había dado material de protección, tras la muerte de Clavijo, pero nos llevamos una desilusión cuando nos sentamos a negociar", expresa. Cuando comenzó el estado de alarma, las trabajadoras de limpieza lo hicieron sin apenas medios. “Hoy es el primer día que he visto a compañeros entrar con un EPI, un mes y medio después de empezar el estado de alarma”, contaba Clotilde López a lavozdelsur.es, el día que las empleadas del servicio despidieron a Manuel Clavijo, uno de los trabajadores más veteranos, con más de 30 años de experiencia a sus espaldas, que falleció a causa del coronavirus tras infectarse en el área de Dermatología.
"Llevamos más de un año intentando cerrar la negociación del convenio, pero la empresa no se sienta a negociar", apunta Tamara García, miembro del comité de empresa, de CCOO, sindicato que convoca concentraciones cada día, en turnos de mañana —de 9:00 a 10:00 horas— y de tarde —de 19:00 a 19:00 horas— hasta el próximo 23 de octubre. "La empresa quiere que el SAS le aumente el presupuesto, pero entraron con unas condiciones y ahora estamos atadas de pies y manos", añade. “No entendemos la desidia con la que se está tomando la empresa Clece la negociación de un convenio que llevamos más de un año intentando firmar, ni tampoco entendemos el poco reconocimiento que se nos tiene tras el trabajo que llevamos realizando desde el mes de marzo, y en las circunstancias que lo hemos hecho”, apunta el comité de empresa de CCOO en un comunicado.
Tras meses de confinamiento, desescalada y con la llegada de la segunda ola, las empleadas del servicio cargan contra la empresa por no sentarse a negociar una mejora de las condiciones laborales que creen que merecen, máxime tras el esfuerzo realizado durante la pandemia. "Queremos se nos valore igual que al personal sanitario, pero no tenemos el apoyo de la empresa en ningún sentido", se queja Tamara García.
La plantilla pretende que Clece asuma una subida salarial del 7% en los próximos cuatro años —en principio exigieron un 8% pero acordaron rebajar esa cifra—, un aumento que la compañía quiere que se haga a razón de un 1% anual durante los tres primeros años, y un 4% el último. "Queremos que se suba paulatinamente", reseña García, ya que teme que la intención de la concesionaria sea no cumplir con esa subida final, en un año en el que presumiblemente saldrá de nuevo a subasta el servicio y lo puede asumir otra empresa.