Sanidad elimina la mención al alcohol en su consejo sobre dieta y hostelería

El ministerio se excusa en que el motivo de eliminarlo es hacer el consejo más genérico, pues el plan inicial no tenía en cuenta otros alimentos no saludables

Una mujer se toma una cerveza en un pub en una imagen de archivo.

El Ministerio de Sanidad y las comunidades han aprobado este miércoles la Estrategia de Salud Cardiovascular (Escav), en la que recomiendan promover la dieta mediterránea en la restauración pero sin hacer una mención explícita al consumo de alcohol. El borrador de la estrategia incluía un párrafo en el que se planteaba la colaboración “con establecimientos de restauración para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable, sin incluir en ella el consumo de alcohol”.

Sin embargo, en el texto definitivo que ha salido adelante en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, se ha eliminado esta mención explícita al alcohol, han informado  fuentes del Ministerio de Sanidad; de esta forma, el párrafo queda “con establecimientos de restauración para promover la dieta mediterránea como modelo de alimentación cardiosaludable”.

Las mismas fuentes aclaran que la estrategia sí recuerda los efectos nocivos del alcohol para la salud cardiovascular y mantiene el resto de alusiones que hacía el borrador a esta sustancia; el motivo de eliminarlo es hacer el consejo más genérico, pues el plan inicial no tenía en cuenta otros alimentos no saludables. En la elaboración de la Estrategia han trabajado un Comité Científico formado por multitud de sociedades y especialistas como cardiólogos, médicos de familia, intensivistas o salubristas, y otro institucional integrado por técnicos de Sanidad y Consumo y de las comunidades.

Lo que proponen los expertos en el documento, es el fomento de un estilo de vida saludable para evitar el impacto de las enfermedades cardiovasculares, que constituyen la principal causa de las muertes en nuestro país: en 2020, una de cada cuatro (119.853, el 24,3 %) se produjeron por este tipo de patologías, por encima de los tumores (22,8 %), según los últimos datos del INE. Y todo ello se ha agravado con la pandemia.

Ante este escenario plantean 32 objetivos divididos en 8 ejes centrales para reducir este impacto y promover la salud cardiovascular en la ciudadanía mediante el desarrollo de un “abordaje integral que facilite la adopción de estilos de vida y entornos saludables y sostenibles”. Lo cual pasa por evitar los principales factores de riesgo de estilos de vida, todos ellos prevenibles -no como los biológicos, como la edad o el sexo, que no son modificables-: la alimentación no saludable, el sedentarismo y la falta de actividad física, el consumo de tabaco y de alcohol.