Ante las malas rachas, el humor es una gran medicina. Es por ello por lo que, tras una época en la que se ha sobreexplotado la labor de los sanitarios frente a la pandemia y donde su esfuerzo no solo no ha sido recompensado, si no que además se han llevado a cabo recortes en el personal de los hospitales por la Junta de Andalucía, la cuenta de @enfermeradememes es más que necesaria.
@Enfermeradememes es la red social de un enfermero del Hospital de Jerez que, como dice en su perfil, “entre guardia y guardia”, saca tiempo para provocar unas risas con bromas sobre situaciones que tienen que aguantar los profesionales de la Sanidad pública cada día. “Veía a mis compañeros sin ganas de nada, incluso enfadados. Hasta a mí me decían que había perdido mi simpatía y humor característico. Pensé que no podíamos seguir así, y recordé que las mejores risas las había tenido en un tanatorio. Había que seguir riendo y celebrando la vida por los que estaban superando esta dura enfermedad”, cuenta a lavozdelsur.es
Enfermera de memes: "El humor no está reñido con la profesionalidad"
“Creé la cuenta sin ningún fin, más allá que hacer reír. Gustó muchísimo y se fue extendiendo rápidamente. Sin darme cuenta llegué a 10.000 seguidores en dos meses”, narra el creador del perfil que ahora reúne más de 38.000 seguidores. “Fue una auténtica revolución, ya que siempre he pensado que la simpatía y el humor no están reñidos con la profesionalidad. Es común tachar la figura del sanitario como borde o desagradable creyendo que así se es más serio o profesional y no es así”, relata.
Pero entre carcajadas también existe una reivindicación social de la profesión. La cuenta, al fin y al cabo, hace una sátira de la situación de la enfermería. El creador de contenidos y enfermero pone el foco en la situación que pasan en el Hospital de Jerez: “Siempre ha tenido mala fama entre el personal sanitario, llamándolo popularmente como ‘mafia’, ‘cortijo’ o incluso ‘dictadura’. No por el personal que allí trabajaba, sino por la pésima gestión que lleva teniendo desde hace muchos años”.
Falta de enfermeros especializados
“En el hospital existe la figura del ‘retén’ que cubre las incidencias del día. Hasta ahí se podría entender que hubiera cierto número de personas que tuviera que desempeñar esa función. Pero no es así. La gran mayoría de enfermeros es retén y van de una unidad a otra durante todo el día”, cuenta el enfermero. “Hay veces que esa persona jamás ha pasado por ejemplo por el servicio de Pediatría y ahí la mandan, y a lo mejor el que ha ido siempre a Pediatría, ese día va de repente a quirófano”, recalca.
El problema recae, según denuncia el sanitario, en que el personal de Enfermería tiene que saber todas las especialidades. “¿Confiarías la salud de tu recién nacido a un internista?”, pregunta irónicamente. “En Enfermería todo vale. He presenciado a compañeras con ataques de ansiedad al mandarlas al quirófano de cirugía general sin haber pisado un quirófano en su vida. ¿Dónde queda ahí la seguridad del paciente?”, protesta el sanitario. “La figura del retén va más allá de estar cada día en un servicio diferente ya que hay días que puede llegar a estar hasta en tres servicios a la vez, ya que los supervisores van llamando y van cambiándolos de unidad. Esto no me lo han contado, lo he vivido en primera persona”, argumenta.
Al final lo que está pasando es que hay una fuga de cerebros hasta otras comunidades en el sector sanitario. Según adelantaba La Vanguardia, más de 600 enfermeros se han mudado a Cataluña al conseguir contratos en distintos hospitales. Los sanitarios deciden marcharse ante la insostenible situación que están pasando en Andalucía. Hasta 8.000 trabajadores del Servicio Andaluz de Salud (SAS) fueron despedidos el 1 de noviembre por la Junta.
Sin vacaciones por ser contratados
Las vacaciones son un derecho fundamental de cualquier trabajador, sin embargo, las distinciones entre contratados e interinos hace que los primeros se queden sin días de descanso. “No han comunicado a los contratos que no tenemos derecho a vacaciones, ya que tendrían que contratar a más personal. Tampoco podemos pedirnos días en la época de Navidad, porque hay que cubrir a los fijos”, cuenta.
No acaba ahí la situación que denuncia: “Tampoco tenemos derecho a una planilla con tiempo de antelación de al menos un mes para programar y vivir nuestra vida más allá del hospital, ya que incluso te la van cambiando sobre la marcha, o te llaman por teléfono diciéndote que tienes que acudir a trabajar cuando estabas libre. Siempre pegados al teléfono, siempre con miedo de si no voy, qué pasará”.
Más unión entre compañeros del mismo sector
El enfermero hace hincapié en la necesidad de tenderse la mano unos a los otros dentro del mismo sector profesional. “No tenemos el apoyo de todo el personal sanitario, ya que tenemos que oír comentarios de personal fijo como: ‘todos hemos pasado por ahí’, ‘yo tampoco tuve vacaciones’ o ‘bastante os ha durado el contrato covid’”, cuenta.
“El colectivo más desunido con diferencia”, protesta. “He visto enfermeras ‘celebrando’ que se despidan a compañeros que han estado ahí en plena pandemia cuando muchos de ellos se daban de baja. Jamás lograremos ningún cambio porque entre nosotros hay distanciamiento. Porque que algo “siempre se haya hecho así” no tiene por qué seguir haciéndose’, narra a este periódico.
No pueden más. “Los contratos precarios tienen que acabar, la figura del retén tiene que ser reducida o eliminada, los contratados tenemos derechos, no sólo deberes. La situación en el hospital es insostenible: Hay compañeros de baja por depresión, otros rechazando contratos por la precariedad de las condiciones. Han pasado de ser héroes a las 20:00 y llenarlos de aplausos a parados haciendo cola para lograr alguna prestación”, finaliza.