Una semana de margen habían ofrecido los sindicatos a la consejería de Salud que dirige Catalina García para que ofreciera propuestas tangibles que resolvieran los problemas de la Atención Primaria. Han pasado nueve días desde aquel 2 de mayo en el que las partes negociadoras se vieron las caras por última vez durante diez horas en las que apenas se avanzó.
Nada ha cambiado desde entonces y los sindicatos han cumplido lo prometido: han vuelto a las calles andaluzas para protestar. Y lo cierto es que, aunque el número de personas que se concentra frente a los centros de salud no es muy amplio, tampoco parece que los que acuden a estas convocatorias vayan a desistir en algún momento.
Mientras la vida en Triana seguía su curso en la mañana de este jueves y algunos pacientes entraban y salían del centro de salud Amante Laffón, en la puerta de este ambulatorio iban llegando representantes de CSIF, CCOO y UGT. Tres sindicatos que están yendo de la mano, a pesar de que no son los únicos que componen las mesas técnicas y sectoriales.
En el centro de la polémica sigue la orden con las tarifas para concertar la Atención Primaria, pero no es la única cuestión que inquieta y preocupa a los sindicatos. La continuidad de los 12.000 profesionales que acaban contrato en los próximos meses o la retribuciones son otros temas que mantienen la lucha de estas organizaciones.
Se puede decir que pese a las semanas e, incluso, meses de batalla con las diferentes concentraciones, los asistentes no bajan los brazos. El repertorio de cánticos combativos es amplio y tienen dos objetivos principales: la consejera Catalina García y el presidente de la Junta, Juanma Moreno. La primera, por las promesas incumplidas. "Consejera, embustera", ha sido uno de los gritos predominantes. El segundo, por la negación del retroceso de la sanidad pública. "Para el presidente, una cita pendiente".
Los sindicatos tienen claro que la "sanidad caminaba para delante" y ahora "camina para atrás". Tan sólo piden un gesto que no llega, la retirada de una parte de la orden. "Si no la van a utilizar, ¿para qué la ponen?", comentaba uno de los asistentes. La exigencia se limita a la aprobada a la parte de la Atención Primaria ya que el resto de tarifas estaban presentes en la norma de 1998. "No vamos a pedirles algo que no han aprobado ellos".
Algunos sindicalistas temen que esta nueva orden pueda ser hasta suculenta para trabajadores de la sanidad pública que vean que pueden recibir mejores sueldos en caso de irse a empresas privadas que pueden dar este tipo de asistencia en casos determinados. La Junta señaló que tan sólo sería en caso de emergencias, pero tampoco se ha concretado qué es una emergencia para el Gobierno andaluz.
La realidad es que el Ejecutivo de Moreno tiene dos caras en el tema de la sanidad pública y la orden de Atención Primaria. Una, la que ha mostrado el propio Moreno negociando con los sindicatos y asegurando que existía un acuerdo para eliminar dicha orden. De hecho, él mismo le ha comentado a las organizaciones que no hubiera incluido las tarifas de la polémica.
La otra cara es la de la consejera de Salud y el equipo de la consejería. En el Parlamento de Andalucía ya se han escuchado voces pidiendo su dimisión y, en cualquier caso, el cese no hay que descartarlo. El propio equipo de Catalina García ha recibido presiones del presidente para rectificar la norma que está en el centro de la polémica. No han surtido efecto.
Y es que no son pocas las dudas que rodean a la titular de Salud. Recientemente también conocimos que había cambiado los términos del acuerdo al que había llegado con el Sindicato Médico por el que se limitaban las agendas. El SAS realizó un movimiento hace unas semanas en el que pedía a los facultativos que renunciaran a lo pactado.
La situación en los ambulatorios, pese a la aparente normalidad que se puede observar en una puerta en la que salen y entran pacientes como si la protesta que se produce a apenas unos metros, comienza a ser desesperante para muchos. Los sindicatos han detectado una cifra alarmante de personas que se acogen a la jubilación en cuanto pueden legalmente y a pesar de perder dinero porque el día a día del SAS les ha superado. Ocurre en todas las categorías profesionales.
"Que sepa Salud que si no tenemos respuesta a nuestras reivindicaciones y propuestas concretas en la mesa de negociación, no vamos a llegar a un acuerdo y la movilización va a continuar porque la atención primaria se la están cargando", han esgrimido desde CCOO durante la protesta de Sevilla.
El CSIF, además, ha mencionado a los recientes datos del MIR, donde la Atención Primaria ha sido de las especialidades menos elegidas. "Si no se quieren dar cuenta de que existe un problema..." De momento, el 17 de mayo habrá una nueva mesa para negociar, pero si la situación no ha cambiado hasta ahora, nada hace pensar que pueda hacerlo. En los sindicatos flota la idea de que todo es una estrategia para que el conflicto no termine de estallar. Al menos, antes del 28M.